Pocos rivales son más incómodos que Chile. No tiene el nombre ni el palmarés de Brasil o Argentina, pero el conjunto de Marcelo Bielsa posee argumentos para doblegar a cualquier equipo. La velocidad, la polivalencia de sus jugadores y el despliegue físico son las claves del rival de España. Un punto le asegura el liderato, pero una derrota le dejaría fuera si Suiza gana con solvencia a Honduras. Pese a sumar seis puntos, Chile puede acabar en casa.

Nada más acabar el partido ante Suiza, Del Bosque ya se encargó de prevenir a sus jugadores de la dureza chilena. Si España ofrece las facilidades del último encuentro, sufrirá muchísimo ante un rival eléctrico, ambicioso e intenso. Técnicamente, no es ninguna maravilla, pero desborda juventud, pasión y ganas.

Esos son los rasgos que ha implantado Bielsa desde que llegó al cargo en el 2007. En la fase de clasificación, su equipo marcó 32 goles y distanció en cuatro puntos a Argentina. Son jóvenes, aunque sobradamente preparados.

Concentrada en Mpumalanga, un inhóspito lugar en plena selva surafricana, Bielsa ha preparado el partido con el mayor hermetismo. Tiene las bajas por sanción de Carmona y Mati Fernández, que serán sustituidos por Estrada y Valdivia. Suazo, punta del Zaragoza, no será titular. En la portería estará Claudio Bravo (Real Sociedad), que no ha encajado ni un tanto.