Las autoridades de fútbol chinas han anunciado importantes reducciones en el gasto de los clubs antes del inicio de la temporada 2020. La medida más impactante incluye un tope en los salarios de los jugadores extranjeros y nacionales para evitar la ruina financiera de los clubs. Eso implica que los grandes fichajes de antaño pasan a mejor vida.

Los jugadores reclutados en el extranjero para la Superliga china no podrán ganar más de tres millones de euros después de impuestos, la primera vez que se implementa un tope salarial en más de una década. Para los jugadores chinos, el límite salarial se rebaja aún más y queda fijado en 1,1 millones de euros.

Los clubs tampoco podrán gastar más de 1.100 millones de yuanes en sus operaciones durante la próxima campaña, con salarios que no excederán el 60% de esa cantidad. "Nuestros clubs quemaron demasiado dinero y nuestro fútbol profesional no se ha gestionado de manera sostenible", dijo el presidente de la Asociación China de Fútbol, Chen Xuyuan, según la agencia estatal de noticias Xinhua. "Si no tomamos medidas oportunas, me temo que colapsará".

CIERTA FLEXIBILIDAD CON BONOS

Las nuevas reglas se confirmaron después de una reunión de la Asociación China de Fútbol el miércoles. No obstante, los clubs podría disponer de cierta flexibilidad gracias a los bonos que se pueden pagar a las nuevas estrellas que proceden del extranjero. A los clubs también se les permitirá fichar a un quinto jugador del extranjero, por encima de la cuota actual de cuatro, pero solo se les permitirá colocar a cuatro en el campo en el mismo momento.

El freno al gasto excesivo en la Superliga china es una preocupación insistente en los últimos años después del desembolso importante en estrellas extranjeras antes de la temporada 2017 , como la estrella brasileña Oscar o la argentina Carlos Tevez. Posteriormente se impuso un impuesto del 100% a las transferencias valoradas en más de 45 millones de yuanes con jugadores foráneos, mientras que la misma condición se impuso a los movimientos nacionales por valor de más de 20 millones de yuanes.

BAJO RENDIMIENTO NACIONAL

El dinero se ha invertido en el fútbol chino por parte del sector privado del país desde que Xi Jinping, un fanático del fútbol que ha declarado su deseo de mejorar la posición de la nación dentro del juego, se convirtió en presidente en el 2013. La afluencia de talento extranjero, que se espera que eleve los estándares a nivel de club, ha hecho poco para revertir la triste fortuna del equipo nacional, ya que China no se ha clasificado para un Mundial desde su debut en el 2002.

El internacional de Gales, Gareth Bale, fue la última superestrella mundial en vincularse con un traslado a China después de su pelea con el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane. Esa transferencia a Jiangsu Suning fracasó antes del cierre de la ventana de transferencia el verano pasado.

El equipo nacional actualmente está luchando para clasificarse para el próximo torneo en Qatar en 2022, con el italiano Marcello Lippi renunciando como seleccionador en noviembre.