China vive un drama nacional. No importa que la organización vaya viento en popa. No importa que su delegación marche destacada al frente del medallero, con 39 medallas de oro, por solo 22 de Estados Unidos, y vaya a acabar seguramente primera de la lista por primera vez en la historia. Lo único que importaba ayer era la tremenda decepción que sufrió el país con la retirada por lesión de Liu Xiang en la primera carrera eliminatoria de los 110 metros vallas. El Nido se quedó mudo y estalló en lágrimas al comprobar que su mayor ídolo deportivo se retiraba por el túnel mientras sus rivales encaraban la recta sembrada con 10 vallas altas.

Liu Xiang es un ídolo en todo el país desde que, hace cuatro años, se convirtió en Atenas en el primer campeón olímpico masculino del atletismo chino. Las vallas publicitarias de todas las ciudades del país y de los aeropuertos se reparten, casi exclusivamente, entre el atleta de Shanghái, el pívot de la NBA Yao Ming y el actor Jackie Chan.

La preparación olímpica de Liu Xiang se había mantenido en el más estricto secreto. Era una cuestión de Estado. Su última aparición pública fue en la reunión atlética de Eugene, donde hizo una salida nula. Antes estuvo en Nueva York para participar en otro mitin --en el que el jamaicano Usain Bolt batió el récord mundial de 100 metros--, pero alegó una lesión para no participar. Sufría problemas en el bíceps femoral de la pierna derecha, de los que se creía que estaba recuperado.

PRIMEROS RUMORES El vallista de 25 años llegó a Pekín el sábado y, según se supo ayer, empezó a tener problemas en el tendón de Aquiles del pie de la misma pierna. Pero siguió el secretismo. Solo algunos rumores en la víspera de su debut apuntaban a que Liu estaba seriamente tocado. Ayer, durante el calentamiento, ya mostraba signos continuos de dolor. El drama se escenificó minutos después, ante 90.000 espectadores y millones de telespectadores que seguían con atención el debut del icono mediático chino.

Los lloros prosiguen en la rueda de prensa posterior, a la que el atleta no asiste. Lo hace su entrenador de los últimos ocho años, Sun Haiping, y el entrenador jefe de la selección de atletismo, Feng Shuyong. Sun se desmorona cuando intenta explicar la lesión. Le ayuda Feng, que quiere dejar muy claro que el atleta estaba plenamente recuperado del bíceps femoral y que ahora se trata de la inserción del tendón de Aquiles con el hueso del tobillo.

Quedan preguntas en el aire. ¿Por qué se forzó a Liu Xiang a participar? ¿Está el atleta en condiciones de aguantar sobre sus espaldas las expectativas de todo un país de 1.300 millones de habitantes? "Lo primero es recuperarlo y animarlo. Psicológicamente es fuerte y se mantendrá en pie", aseguró Feng Shuyong. Con Liu Xiang, también se retiraron del estadio la mayoría de los espectadores. El deporte chino sufrió ayer un duro golpe con la retirada del campeón olímpico y mundial, a pesar del repaso que está dando a todos los demás en el medallero. "Los chinos entenderán la situación y volverán al estadio", dijo Feng Shuyong.