Cuando Cheng Fei, una miniatura de 1,52 de estatura, flexible como un junco, saltó ayer a la moqueta del Estadio Nacional Cubierto, para completar la actuación de China en la final por equipos, ya se sabía ganadora. Los errores inusuales de EEUU les entregaron en bandeja un título que supone el primer oro olímpico del equipo femenino chino de su historia.

Las acrobacias finales en sus diagonales fueron jaleadas con aplausos por las más de 18.000 personas que llenaron las gradas para vivir un hecho histórico, que redondeó el éxito logrado 24 horas antes por el equipo masculino. Y Cheng, la nueva heroína nacional, saltó de júbilo a abrazarse con sus compañeras en cuanto completó su última pirueta, consciente de que había cumplido con el desafío soñado.

El éxito del equipo chino en estos Juegos Olímpicos se debe a cuatro años de intenso trabajo y a un decisivo cambio en la forma de preparación. Hasta los Juegos de Atenas, las gimnastas chinas dedicaban muchas horas a los entrenamientos y pocas a la competición. Esa era la causa de los errores que siempre aparecía en las citas internacionales.

Errores decisivos

"Esta medalla de oro encorajinará a más y más chicas a disfrutar de la gimnasia y nos permitirá ser cada vez mejores", apuntó Lu Shanzhen, el técnico del equipo chino. "Ellas lo hicieron muy bien, pero nosotras cometimos dos errores importantes y así es imposible ganar una final", reconoció Marta Karolyi, la coordinadora general del equipo femenino estadounidense.

En el equipo de EEUU, Alicia Sacramone intentaba buscar consuelo en sus compañeras, porque sendos errores suyos --una caída en la entrada de la barra de equilibrio y otra en la actuación en suelo--, relegaron a las campeonas del mundo a la plata, dejando sin premio el trabajo de sus compañeras Sahwn Johnson y Nastia Liukin, las dos gimnastas que afrontarán la final del concurso completo de mañana con la mejor puntuación. "Supongo que la presión pudo conmigo y que no pude dar lo mejor de mí", solo pudo decir la estadounidense.

Rivalidad

Para China fue la gloria del podio en un duelo que las estadounidenses no quisieron dar ayer por acabado y que se prolongará mañana con el concurso completo de chicas y dos días más tarde con las finales por aparatos. "Esto es solo el principio. Tenemos todavía competición por delante y estamos listos para afrontarla", dijo el técnico chino del equipo americano Chow Liang.

Cheng, la mejor gimnasta china de todos los tiempos, sacó a relucir su mejor sonrisa, ya que con su actuación en salto y también en suelo hizo olvidar su caída en el inicio de la final en la barra. "No puedo ser considerada la heroína. El éxito fue de todo el equipo", dijo con modestia Cheng, campeona en salto en los Mundiales del 2007 en Stutgart.