Lisboa se viste de largo. El remozado estadio Da Luz, el histórico feudo del Benfica, se abre hoy (20.45 horas, TVE-1) con un duelo de altos vuelos. Juegan el vigente campeón de Europa (Francia) ante el inventor del fútbol (Inglaterra). Un partido que podría ser amistoso, de costellada, por la estrecha relación que tienen muchos de los jugadores que participarán en él, pero cuyo desenlace acarreará un grave contratiempo para el perdedor.

Pocos secretos habrá sobre el césped. Nueve de los internacionales de Francia juegan en la Premier League, y otros tres estuvieron en Inglaterra hasta el año pasado. El afrancesamiento del Arsenal desde la llegada de Arsene Wenger es un fenómeno imparable. Tal vez sea una anécdota, pero el número de franceses de cada club parece ir en consonancia directa con la clasificación.

El campeón tiene más jugadores en la selección de Jacques Santini (Vieira, Wiltord, Henry y Pires), que en la de Sven Goran Eriksson (Ashley Cole y Campbell). El subcampeón, el Chelsea, aporta cuatro a Inglaterra y tres a Francia (Desailly, Gallas y Makelele), y el tercero, el Manchester United, posee dos hombres en los bleus: Silvestre y Saha. Dacourt se marchó del Leeds a la Roma en enero del 2003, Marlet estuvo hasta ese año en el Fulham y Barthez dejó Old Trafford el pasado mes de diciembre. "Preguntaré a mis jugadores cómo pararles, porque siendo compañeros de equipo se conocen muy bien", dijo Eriksson.

Problema de centrales

Y ese extraño mimetismo entre ambas selecciones se reproducía ayer, con sus respectivos problemas en el centro de la defensa. Eriksson, que no pudo convocar a tres de sus mejores centrales (los lesionados Southgate y Woodgate, y el sancionado Río Ferdinand), perdió el sábado al cuarto. En el entrenamiento realizado en Linda a Velha, descartó a John Terry por una lesión muscular en el bíceps femoral.

La presencia de Thierry Henry, Zinedine Zidane (elegido capitán) y Robert Pires agrava la debilidad defensiva inglesa. "Es un peligro con el que ya contábamos", añadió Eriksson, a quien le preocupa especialmente el estado de forma de Henry --"no sé cómo pararle", confesó hace unos días--, el mejor jugador de la Premier.

Santini anda dándole vueltas para decidir quién sustituye al renqueante Marcel Desailly, cuya rodilla le impide jugar con regularidad desde el pasado mes de abril. La lógica debería inducirle a colocar a Gallas en el centro, manteniendo a Thuram, que cumple cien partidos, en la banda derecha. Pero el defensa de la Juventus quiere jugar de central. En cualquier caso, será un choque de enemigos-amigos.