"Hemos cumplido el objetivo, que era mantener la categoría. Hemos jugado un play off y además lo hemos hecho bastante bien, porque no teníamos presión". El balance corresponde a Marcelho Magalhaes, el entrenador brasileño que ha dirigido al Forma Cáceres 2016 esta temporada.

Magalhaes abandona el club y la ciudad para irse al fútbol sala italiano, al Giovinazzo, de la serie A2, reclamado por el manager de este club del sur transalpino, Sabino Samele. "Llevo 20 años en España y es la primera vez que voy a entrenar fuera porque es un proyecto muy bonito". El técnico cambia de aires tras finiquitar amistosamente con el club, a cuyo presidente, Fermín Naranjo, agradece que haya sido "un señor; todo lo que me prometió se ha cumplido".

El preparador se va con una sensación agridulce por los problemas que le desvincularon de su trabajo real en el equipo antes del play off que dejó una situación llamativa, con él virtualmente fuera del banquillo. "Entiendo que en todos los trabajos haya problemas y yo los he tenido. Tuve que ceder un poco. Después se dieron 150.000 versiones diferentes de lo que pasó y yo ahora, por respeto a la afición, no voy a entrar en detalles porque es dar publicidad a quien no la merece", dice. Su enfrentamiento con un jugador fue, en su opinión, sin dar nombres, la raíz de la anómala coyuntura, pero él insiste en no querer dar detalles.

Magalhaes, que considera vital cambiar de escenario para los partidos (del Multiusos a una Ciudad Deportiva por la propia afición) ve un buen futuro en el proyecto del fútbol sala cacereño, que califica de "muy interesante". "Hay jugadores con un potencial importante, pero también ve fundamental "encontrar un patrocinador". El lo seguirá, asegura, desde su aventura en Italia.