Javier Cienfuegos Pinilla (Montijo, 15 de julio de 1990) no es solamente el mejor lanzador de martillo de la historia de España sino que ya está en el top ten mundial tras su espectacular séptimo puesto la pasada semana en Doha después de tener, antes de la cita, la tercera mejor marca del año. Palabras mayores para el extremeño.

Han pasado ya unos días y Cienfuegos reflexiona en alto, una vez que puede darse un respiro de entrenamientos y competiciones. El montijano declara que «era algo que llevabábamos buscando mucho tiempo. Es la tercera temporada que trabajamos Antonio (Fuentes), Carlos (Burón) y yo, y era uno de los objetivos, estar en el top ten y pelearlo. Tras la operación de espalda que tuve hace dos años, no sabíamos en realidad si iba a poder continuar o no y era algo más personal ver si puedo volver a pelear o el atletismo ya quedaba en un segundo plano. Podíamos encontrarnos las dos caras de la moneda, apostamos y nos salió bien, por lo que estoy contento de cómo ha ido toda la temporada».

Cienfuegos es el hombre de los récords y reconoce que no recuerda cuántas veces ha batido sus lanzamientos. «La verdad es que no entre todas las categorías (risas). Este año han sido cuatro pero entre categorías menores y demás, son algunas más, pero no es una cifra que tenga en mente».

El atleta montijano se encuentra en el mejor momento de su carrera deportiva, «sin duda. El martillo manda y muchas veces entrenas mejor o peor, si vuela o no es objetivo. Este año han salido las cosas todo lo bien que queríamos, aunque un deportista siempre quiere más y nos ha faltado la guinda al pastel con una medalla en el mundial. Pero en el día D a la hora H ha habido varios atletas mejor que yo y lo único es que hay que darles la enhorabuena».

Una clave del éxito de este año ha sido la total confianza en la planificación. Cienfuegos subraya que «la alta competición, campeonato del mundo, de España...es un examen que te ganas día a día. Las cosas han salido bien con un trabajo muy planificado para luchar por las medallas. Si tienes los objetivos claros sabiendo a lo que vas a aspirar, te da una seguridad tremenda. Sin lesiones, todo te viene de cara y además de los dolores habituales, no he tenido ningún dolor y el martillo vuela, te da una confianza terrible y todo ha salido redondo y por eso en las competiciones internacionales, si vas confiado, el resultado es una consecuencia de todo lo que haces».

Tras competir en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, Javier Cienfuegos afrontará en Tokio 2020 sus terceros juegos olímpicos con el reto de conseguir una medalla. El campeón resalta que este año han hecho dos cosas especialmente bien. «Una, la marca, acabando el año el tercero en el ranking mundial y otra, haber pasado a la final, pasando ese corte y estar luchando entre los ocho mejores del mundo. Las medallas vienen así, un día puedes ser el veinte y el año siguiente estar peleando. El año que viene el objetivo es pelear por una medalla si todo sigue de bien como hasta ahora, ya que a lo largo del año te pueden pasar mil cosas como lesiones que te impidan entrenar normal. Después del descanso volveremos a ponernos las pilas para aspirar a una medalla en los Juegos Olímpicos».

Sus inicios en el martillo

El atleta recuerda sus inicios en lanzamiento de martillo. “Siempre me había llamado la atención el martillo aunque Extremadura era más conocida por el fondo o medio fondo. Antonio Fuentes decide con su hija empezar a practicar este tipo de lanzamientos, mis padres lo conocen y le dijeron que tenían un hijo muy grande que lo mandarían con él. Así empecé con toda la suerte del mundo y gracias a Antonio y su cabezonería de aprender vinieron los resultados. Dos años después me fui a Madrid para seguir formándome, Antonio también siguió con su aprendizaje y él ha luchado un montón y sigue formándose.

Y continúa el extremeño en su relato. «Tras siete años en Madrid, gracias a Raúl, volví a casa, soy de Montijo y me costaba irme. Prefiero el pueblo mil veces y decidí volver y hasta ahora. Y los años que lleguen que no me moveré». también ‘obligado’ por su condición de parlamentario en la Asamblea de Extremadura por el PP.

Javier Cienfuegos ha recibido mucho cariño de la región y especialmente de su pueblo. “Muchas veces podemos pensar que no somos profetas en nuestra tierra pero en Montijo me siento muy querido. Tenemos el apoyo de todo el pueblo y estoy super orgulloso y es de agradecer. En Extremadura somos pocos y una gran familia a nivel deportivo y si no nos apoyamos nosotros, nadie lo hará. Siempre me gusta felicitar a cualquier compañero en el deporte porque muchas veces no pensamos en todo el recorrido, esfuerzo y baches superados que hay detrás de ese triunfo».