Ya echan humo las calculadoras. Entretenimiento que ocupa a muchos aficionados a las cuentas, y al fútbol, cuando llega el final de cualquier campeonato y que esta temporada están de enhorabuena con el apasionante desenlace que tendrá el grupo XIV de la Tercera División. Cinco aspirantes a cuatro puestos. Con siete jornadas por disputarse y sólo 9 puntos entre el primero, Cacereño, y el quinto, UP Plasencia; con un par de puntos de separación entre Moralo, Don Benito y Coria en un panorama de gran igualdad.

Todo parece indicar que la llave de la clasificación para las eliminatorias de ascenso estará en los partidos, a priori, sencillos y por tanto proclives a pinchazos inesperados. Y es que sólo quedan dos enfrentamientos directos en el quinteto de cabeza: Coria-Moralo en la jornada 33 y UP Plasencia-Moralo en la 35.

Los de Navalmoral tienen el calendario más difícil, si atendemos al dato objetivo de la clasificación de sus rivales, ya que tiene que medirse a cuatro de los siete primeros de la tabla; con este mismo criterio el camino más sencillo sería para el Don Benito que debe jugar con rivales, todos ahora, clasificados del noveno puesto para abajo. El colista Santa Amalia debe jugar con cuatro de los cinco (menos con la UPP) y quién sabe si será el juez.

Lo más importante es la expectación y el seguimiento que genera este torneo (mal llamado en muchas ocasiones ‘pozo de la 3ª’ en el fútbol extremeño. Ya la temporada pasada se decidió un puesto para el playoff en la jornada final cuando el Azuaga arrebató la cuarta plaza al Coria. Los caurienses han sido quintos tres veces en las últimas cuatro temporadas, por lo que tienen una presión añadida. Y todavía es pronto para plantearse el reparto de esas cuatro primeras posiciones. El Cacereño lleva ‘la vela que alumbra’ en busca de este título de campeón que le daría ventaja para el ascenso, aunque el año pasado no pudo aprovechar el primer puesto final.

Todo puede pasar, nadie tiene nada seguro. La solución antes del 13 de mayo.