Francisco Javier Diosdado Cisqui ya no es entrenador del Extremadura. Puede que alguien de la cúpula azulgrana apunte que falta la protocolaria firma, pero no es más que un formulismo. El y Pepe Tirado llegaron a un acuerdo anoche, al filo de las 22.40 horas, tras una intensa reunión con el presidente Pedro Nieto y su vicepresidente Ramón Ruiz.

Las dos partes tuvieron que ceder, pero cuando el ya exentrenador, tras pasear con sus colaboradores para explicarles la nueva situación, se encontró con un familiar muy cercano con lágrimas en los ojos le espetó: "Yo no puedo sentir que le estoy haciendo daño a mi Extremadura y me tengo que ir. Pero no he hecho nada malo, me voy orgulloso de haber dado la vida por el equipo de mi ciudad".

Mientras, cuando faltaba algún minuto para las 23.00 horas, Pepe Bizcocho, entrenador del filial, y Carlos Fernández, coordinador de la cantera, entraban en el Francisco de la Hera. "No sé a qué vengo. Me acaban de llamar", dijo el segundo de ellos. Al filo de la medianoche se negociaba con ambos sin que trascendiese algo.