En Vigo, a apenas una hora y media en coche de lo que los romanos consideraban el fin del mundo (Finisterra), el Cacereño afronta una final, otra más, para no hundirse en el abismo. A este duelo llega el CPC sin apenas margen para más errores y ante un equipo con sus mismas urgencias: los verdes y el Celta B están empatados a 25 puntos, a tres del primer equipo de permanencia. Tras la cita de hoy (16.00 horas) quedarán muchos encuentros (once más), mucho puntos en juego (33), pero otro fiasco puede hacer mucho daño a una plantilla que ve como el duro trabajo diario y ser partido tras partido mejores que sus rivales no es suficiente para ganar.

Sin Valverde ("le quedan varias semanas más", reconoció Angel Marcos el viernes), ni Mejías ni Kofi, el Cacereño busca un triunfo --sería el primero del 2016-- que le permita, sobre todo, recobrar la confianza. Ese aspecto, el de la confianza, fue el que trabajó el pasado miércoles el mago Anthony Blake, una anécdota, sí, pero, como dijo Marcos en la previa de la cita de hoy, "todo ayuda; es una cosa más para evitar la rutina. Los jugadores le escucharon y les ha venido bien".

"Hemos intentado recuperar a la gente", explica el preparador, en una semana en la que ha sido "más de lo mismo: el domingo hicimos un trabajo bueno, pero no recompensado. Tenemos que seguir trabajando para invertir esa tendencia". Cree Marcos que "el ritmo, la intensidad y las ganas de los jugadores" ha estado esta semana por encima del nivel medio. "He visto un trabajo intenso enorme".

La gran duda sobre el once que Angel Marcos pondrá hoy en juego en Barreiros está en la portería. ¿Volverá Vargas después de pedir el cambio el pasado domingo tras su clamoroso fallo o será Montiel el encargado de defender el arco de los verdes? El técnico ha evitado pronunciarse durante toda la semana, defendiendo las cualidades de sus dos porteros por igual, aunque hoy inevitablemente se conocerá su decisión.

Cree Marcos que el de hoy será un partido "equilibrado", donde la clave, una vez más, será "no cometer errores". "Lo más importante es lo que hacemos nosotros. Estamos jugando bien, pero fallamos en lo que no deberíamos".

La de hoy es la primera de las dos citas seguidas que el Cacereño debe afrontar a domicilio, donde más problemas tiene para ganar, aunque curiosamente su último triunfo de este curso fue a domicilio: el 6 de diciembre en Aranda de Duero.