El pádel, un deporte que no tiene muy bien definidos sus orígenes, está causando furor entre los deportistas de todas las edades. Cada día son más las pistas de pádel que se construyen y mayor la afición por meterse entre cuatro paredes para disfrutar del ejercicio físico. La clave de este éxito es "que es un deporte relativamente fácil de practicar y, a diferencia de otros, da una segunda oportunidad cuando la bola rebota en las paredes". Así explican el rápido desarrollo del pádel Maximiliano Grabiel y Agustín Gómez, una de las mejores parejas del mundo en la clasificación del Pádel Pro Tour (la ATP del tenis).

Argentinos y profesionales del pádel desde hace 15 años, Grabiel y Gómez, ofrecieron una clase magistral en Cáceres el pasado jueves, en el Perú Cáceres Wellness. Los afortunados que pudieron disfrutar de la calidad y conocimientos de estos deportistas fueron un grupo de cacereños entre los que estaban los ganadores del Torneo segundo aniversario que organizó este centro deportivo cacereño.

A los que se inician en el pádel, Grabiel y Gómez recomiendan "que se lo tomen como un pasatiempo, que disfruten mucho, que cada vez que salgan de la pista salgan contentos y no enfadados, sino se quemaran rápido".

"¿Que el pádel se equipare algún día con el tenis? Complicado, muy complicado. Si pasa, será dentro de muchísimos años", dice Maxi Grabiel, que con 32 años lleva la mitad de su vida jugando a este deporte. Explica que por mucha aceptación que tenga el pádel en la calle no tiene la historia del tenis y probablemente sea más difícil de seguir a través de una pantalla.

El motivo, según ellos, es que el pádel en el ámbito mundial no está nada bien, solo se juega en algunos países y "por como van las cosas esta difícil para que empiece en países nuevos. Sería un salto importante que se juegue en países fuertes de Europa o América". Explican que tiene mucha aceptación en Sudamérica y España, pero que le está costando introducirse en los demás. Aún así, ellos han conseguido ser profesionales de este deporte y vivir exclusivamente de él, aunque matizan que esto es posible gracias a los patrocinadores (y las clases que ambos imparten). "Solo de los premios de los torneos es imposible vivir, aunque ganes todos", dicen.