Real Madrid y Barcelona protagonizan el gran partido del año, el clásico del fútbol español, con el que el conjunto madridista puede asestar un fuerte golpe a la Liga y cambiar la dinámica de los últimos años, de dominio azulgrana, con José Mourinho como estandarte en un día en el que si vence firmará la mejor racha de triunfos de la historia del club.

Cambia el orden del clásico y el Bernabéu acoge el primer capítulo de dos partidos que pueden decidir una Liga de dos. En las últimas temporadas, el Real Madrid visitó primero el Camp Nou y salió tocado del pulso ante su gran rival. En la última Liga, la primera vuelta dejó un doloroso 5-0 en el primer duelo con José Mourinho.

Esa 'manita' de goles sirvió a Mourinho para justificar ante el madridismo cualquier planteamiento. Al Barça no se le puede ganar jugando de tú a tú. Le condujo en duelos posteriores a apostar por trivote en el centro del campo. Es la gran duda táctica madridista en el presente. Mantener la fórmula ofensiva que le está conduciendo al éxito o apostar por aumentar el músculo en la medular.

Llega lanzado el Real Madrid. Con la confianza de volver a saborear un triunfo ante un Barça al que solo ha sido capaz de derrotar en la final de Copa del Rey. En el Bernabéu no le derrota desde el 4-1 de la campaña 2007-08. Pep Guardiola tiene tomada la medida al coliseo madridista aunque en esta ocasión se topa con un equipo de récord. Después de igualar 50 años después una racha de quince victorias seguidas, con Miguel Múñoz como técnico, Mourinho tiene en su mano firmar la mejor racha de la historia del club.

SIN CONCESIONES Firme en el Bernabéu, donde es el único equipo de Primera que ha ganado todo lo que ha jugado ante su afición, el equipo de Mourinho gira en torno a Arbeloa. Su presencia en el lateral condiciona el planteamiento. Regresó tras lesión muscular ante el Ajax. Acabó con molestias y Mourinho debe decidir si está listo para la lucha o anda corto para jugar un partido tan importante.

Si Arbeloa es titular, el técnico blanco apostará por el trivote que tanto le gustó en el triunfo en Mestalla: Khedira, Lass y Xabi Alonso. En el caso de que Lass tenga que jugar de lateral derecho, el favorito para entrar en la medular es Coentrao, aunque no se descarta la apuesta por el titular habitual, Mesut zil.

Mientras, el FC Barcelona afronta el clásico en línea ascendente tras liquidar sus dos últimos compromisos con sendas goleadas, aunque con el temor de que un tropiezo contra el Real Madrid podría abrir una brecha casi decisiva en la lucha por el título.

Un triunfo barcelonista ajustaría las posiciones y volvería a dejar la distancia en tres puntos --siempre que el Real Madrid gane el partido pendiente--.

Tras el alta recibida por Adriano, Pep Guardiola dispondrá de todos sus mimbres. No resuelve el enigma del equipo que tiene en su mente, dado que hace unos días no descartó jugar con tres defensas, aunque tampoco se mostró convencido de proponer una retaguardia tan ajustada, lo que significaría importantes sacrificios en el centro del campo, donde una legión de peloteros esperan ser los elegidos.

Tampoco va a ser fácil la elección que el preparador vaya a hacer para la línea ofensiva, ya que Guardiola no reservará ninguna opción, a pesar de la siguiente cita del mundial de clubes en Japón, ya que ante el Real Madrid quemará todas las naves, pues el de hoy será el último partido del año, después de haber jugado ya el compromiso contra el Rayo, previsto para la última jornada de diciembre.

La principal duda es si el dúo de confianza en el eje defensivo para los últimos clásicos (Piqué-Puyol) será el elegido o el ascendente y consolidado Mascherano tendrá su opción; mientras, en el centro del campo, los Xavi, Iniesta, Thiago, Cesc Fàbregas, Busquets y Keita quedan a la espera de si la variante es de cuatro o tres centrocampistas.