"Me voy contento por que creo que el ambiente que existe en el Cacereño y en su afición es constructivo. Y me voy triste por otro lado, al comprobar que no estamos recibiendo la ayuda del ayuntamiento hasta hoy". El presidente, Antonio Martínez Buzo, cerró así la novedosa asamblea de abonados de ayer en la Sala Capitol. Asistieron casi 200, según datos oficiales (la mitad según otras estimaciones).

El club es una sociedad anónima y no está obligado a realizar un acto así, pero estimó que era una buena fórmula para acercarse a los aficionados, que en su inmensa mayoría no disponen de acciones para poder estar en las juntas. Un grupo de seguidores se ofreció a visitar a la alcaldesa, Carmen Heras, para solicitarle ayuda para el Cacereño. Otra de las propuestas fue denunciar el convenio entre las partes.

También se trataron otros temas como reformar los aseos del estadio, mejorar la web, dar ayudas a la afición para acompañar al equipo, vender abonos para la segunda vuelta y crear una escuela deportiva.