El Gobierno francés precisó hoy que los clubes de fútbol también se verán sometidos a la nueva propuesta de impuesto para ricos presentada por el presidente François Hollande, que no gravará directamente con un 75 % a los que ganen más de un millón de euros, sino a las empresas que se los paguen.

Con eso desmiente al presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noël Le Graët, quien en una entrevista difundida hoy por "Le Parisien" había afirmado que los clubes, considerados como pequeñas y medianas empresas (PME), se verían exentos.

"El primer ministro (Jean-Marc Ayrault), a quien se lo pregunté, fue muy claro: solo serán gravadas las grandes empresas, pero los clubes profesionales están considerados como PME, así que no se verán afectados por la tasa del 75 por ciento", señala Le Graët en ese diario.

El gabinete de Ayrault desmintió hoy también que el jefe del Gobierno se haya reunido recientemente con el presidente de la FFF, y aclaró que su último encuentro se remonta al último diciembre, antes de que se anunciara el cambio en este proyecto de ley.

Ante la censura del Consejo Constitucional en diciembre al proyecto inicial de esa tasa, por considerar que tenía un carácter confiscatorio, Hollande dijo la semana pasada que el gravamen, que tendrá un carácter excepcional de dos años, lo tendrán que abonar las empresas que decidan pagar tanto.

Una de las críticas le había llegado precisamente de los clubes de fútbol profesionales, que se quejaron de que esa tasa dificultará todavía más la competitividad del campeonato galo porque los grandes jugadores, a su juicio, se irán al extranjero para poder recibir sueldos superiores a un millón de euros.

Según calculó en un comunicado el presidente de la Liga Profesional (LFP), de aplicarse esa medida también a los clubes habría un centenar de jugadores afectados y la cuantía de la tasa podría elevarse a los 82 millones de euros para los conjuntos de la Liga 1.