La Liga de Fútbol Profesional (LFP) no entiende que el Gobierno haya decidido acabar con la Ley Beckham sin consultar a los principales afectados, los clubs, que son los que al fin y al cabo corren con el pago de los impuestos de los futbolistas que contratan. Con la reforma anunciada para el próximo 1 de enero, los nuevos fichajes extranjeros que cobren más de 600.000 euros anuales pasarán a cotizar el IRPF del 24% actual al 43%, el tipo general impositivo para esas rentas. Los 42 clubs de Primera y Segunda División decidirán mañana en una asamblea general extraordinaria si toman medidas de fuerza, que podrían empezar por la suspensión de la competición para la jornada undécima en Primera, tras el parón por los partidos de la selección, y para la duodécima de Segunda A, el 14 y 15 de noviembre.

La patronal futbolística se plantea también promover por la vía judicial prohibir la utilización de los partidos de sus asociados en los boletos quinielísticos. Existe unanimidad entre los clubs en torno a lo precipitado y demagógico de la iniciativa, así como en los perjuicios que se causarán al fútbol. Entre los jugadores no existe tal grado de coincidencia y en el gremio de entrenadores, gente como Mauricio Pochettino aplaude al cambio tributario.

"La fórmula vigente es la que hace posible que vengan los mejores, con lo que salimos beneficiados todos, los 20 de Primera y los 22 de Segunda. Eso hace que haya más gente en los campos, que se juegue más a la quiniela, que se vaya a ver al Sporting y al Valladolid. También si se llega al mercado asiático con partidos a las tres de la tarde será porque tenemos a los mejores en nuestra Liga", declaró ayer Javier Tebas, vicepresidente de la LFP, quien admitió que los futbolistas negocian sus contratos en neto y que a partir de enero del 2010 "no se podrá traer a las figuras porque los clubs no van a poder pagar esas cantidades".

CRITICAS DE LAPORTA Tebas asegura que en la Premier, donde hace tres años había una legislación muy similar a la española, se piensa ahora volver atrás. "En Francia también se plantean una legislación aún más favorable a los clubs que la nuestra", afirmó el dirigente de la Liga, que no entiende que "hace cuatro días se hayan decretado medidas de apoyo a los sectores bancario y del automóvil y ahora se vaya de esta manera contra el fútbol, el sector de ocio más importante de este país".

Desde Kazan, el presidente del Barça, Joan Laporta, lamentó que no se haya consultado a los clubs. "Si se nos hubiera consultado podríamos haber encontrado fórmulas más racionales para elaborar ese dictamen y para mantener la capacidad competitiva de la Liga y de los clubs", aseguró. El presidente del Barça advirtió que a partir del 1 de enero "algunos jugadores de gran talento se lo pensarán mucho antes de venir a la Liga española".

Para Gerardo González Movilla, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el acuerdo para elevar el IRPF de los jugadores extranjeros está en la línea defendida por su sindicato. "Debemos empezar a aceptar que quien juegue en la Liga española debe tener las mismas obligaciones que los de aquí", señaló ayer Movilla.

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, se limitó a pedir prudencia.