No hay razones médicas para suspender los eventos deportivos. Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, daba luz verde el jueves por la noche a que se jugaran los partidos de futbol del fin de semana con normalidad y abiertos al público. Menos de 24 horas después, Mikel Arteta, técnico del Arsenal, y Callum Hudson-Odoi, extremo del Chelsea, daban positivo y la Premier League, la Women Super League y la EFL, la liga de futbol profesional inglesa, rectificaban la decisión y suspendían las competiciones hasta el 4 de abril.

Tenía que ser el futbol el que hiciera saltar las alarmas del coronavirus en las islas británicas. El Gobierno aún no ha tomado medida alguna, más allá de recomendar limpiarse las manos e instalar desinfectantes de manos. Solo ha anunciado que se está estudiando prohibir los eventos multitudinarios y cerrar equipamientos. hasta el mediodía del viernes, partidos como el Seis Naciones de rugby entre Gales y Escocia de este sábado, con más de 70.000 espectadores, estaba previsto que se juegue con normalidad. Sin embargo, las alarmas de la Pemier ha permitido que el rugby también se aplace hasta nueva orden.

Totalmente decepcionado con Boris Johnson

Ante la situación, el futbol inglés respira perplejidad y confusión. El diario 'The Times' califica las autoridades deportivas de negligentes e ingenuas y el 'Daily Telegraph' recoge el enfado creciente de los clubes y jugadores de la Premier League por la gestión de la situación. Nigel Pearson, el entrenador del Watford, resume el sentir del deporte después de escuchar Boris Johnson: No creo que el primer ministro haya ejercido un gran liderazgo, estoy totalmente decepcionado con su mensaje.

Los casos en la Premier se multiplican. La plantillas del Arsenal, el Everton y el Chelsea están en cuarentena después de estar en contacto con personas que han dado positivo o que presentan los síntomas de la enfermedad. También están en aislamiento Benjamin Mendy, lateral del Manchester City, y jugadores o staff del West Ham, Watford, Bournemouth y Leicester.

La Premier ignora los afectados

La liga inglesa dio luz verde a la jornada de futbol del fin de semana aun sabiendo que había tres jugadores Foxes aislados con los síntomas del coronavirus. Hacía caso omiso de las palabras de Brendan Rodgers, técnico del Leicester, que insistía en que se detuviera la temporada: Hay la sensación que la Premier está esperando que llegue lo peor, todos los otros países están tomando medidas. Los jugadores del Leicester se sorprendieron que la Premier ignorara el estado de salud y el bienestar del equipo, asegura el periodista John Percy.

A pesar de la suspensión de la liga, la intención de la Premier League es terminar la temporada: Nuestro objetivo es reprogramar los partidos aplazados, incluyendo los de las academias, cuando sea seguro. Sin embargo, aún no sé ha discutido sobre la posibilidad de que la campaña se termine en mayo o que puedan haber otras medidas excepcionales.

Y mientras el futbol profesional cierra los estadios, la Federación Inglesa (FA) sigue en silencio por lo que respecta a los partidos del futbol 'amateur', que se jugarán con normalidad.