Colombia está más cerca de los cuartos de final de la Copa América después de empatar el miércoles 0-0 ante una selección de Argentina sin ningún poder ofensivo y con un Leo Messi que jugó uno de sus peores partidos con el conjunto albiceleste. Tras este empate, la selección colombiana conserva la primera plaza del grupo A, a la espera de lo que haga este jueves Bolivia en Jujuy, mientras que Argentina se queda con solo dos puntos y terminará la primera fase contra Costa Rica el próximo 11 de julio. El conjunto colombiano empató sin marcar ningún gol, pero mereció hacerlo. La ocasión más clara la tuvo Dayro Moreno en el minuto 26 tras superar al portero, pero no acertó y disparó fuera a puerta vacía. El técnico colombiano Hernán Bolillo Gómez, que antes del partido había afirmado que no sabía cómo parar a Messi, logró maniatar a los argentinos aunque a sus jugadores, que jugaron al ataque, les faltó el acierto ante la portería rival. Pasaron la prueba con nota los laterales Armero y Zúñiga, Yepes, un líder infranqueable, Guarín, un portento físico con calidad, y Carlos Sánchez, un novato dueño del centro del campo. De Argentina solo se salvó el portero, Sergio Romero. Hizo todo lo que estuvo a su alcance. Dio una seguridad que no aprovechó la defensa, escalonada e insegura que falló una vez más. El trivote Mascherano-Banega-Cambiasso no funciona. Nadie da equilibrio, nadie conecta con Messi, mientras Tevez y Lavezzi se aislan en sus costados a la espera de que les llegue un balón. Tampoco los cambios mejoraron al equipo de Batista. Gago fue lo mismo o menos que Cambiasso y Agüero no fue el salvador. Higuaín debutó pero le faltaron minutos para hacer más. Messi no veía la hora de que el partido con Colombia terminara. Se le vio mal, con un gesto desencajado, y por momentos ausente, desentendido de lo que ocurría a su alrededor. En la última oportunidad que tuvo, tras una falta que los colombianos cometieron contra Agüero, su remate, extrañamente defectuoso, salió del campo lejos de la portería rival. Se cubrió la cara con un brazo, caminó hacia el centro del campo sin mirar el destino del balón tras el saque del portero colombiano Martínez. Estaba completando su peor partido con la selección argentina. El astro azulgrana casi ni pisó el área rival, no quedó nunca con el balón dominado frente a la meta adversaria. Tampoco pudo hilvanar un regate, le faltó velocidad y reacción y en 90 minutos apenas dio un pase gol a Lavezzi que tapó Martínez. El orden defensivo colombiano lo fagocitó y poco apoyo tuvo de sus compañeros de equipo, porque siguen sin ponerse a su altura. En las gradas del estadio Santa Fe, los ánimos estaban caldeados y los aficionados argentinos no dudaron reprobar con silbidos e insultos a su equipo y en corear "Diego, Diego", en alusión al anterior seleccionador, Diego Armando Maradona.