Marc Coma, ganador de cinco Dakar (2006, 2009, 2011, 2014 y 2015), ha presentado en Barcelona su Dakar, el primero en el que, realmente, ha podido volcar todos sus conocimientos como piloto y, sobre todo, como dakariano. Y le ha salido, según ha explicado, "el Dakar más duro desde que corremos en Suramerica". Y lo será, no solo porque tiene etapas interminables, alguna de hasta 1.000 kilómetros, sino por las condiciones "tan diversas" en las que se correra. Y, también, sí, también, "porque hemos vuelto a aumentar la influencia de la navegación, que había sido relegada o, como poco, muy tecnificada, en los últimos años". Es decir, ahora, para orientarte en el Dakar, el GPS casi no te servirá de nada "de modo que los copilotos tendrán que ambientarse y situarse en la naturaleza porque, llegado el momento en que se pierdan, el GPS solo les devolverán a un punto concreto, fijo, un kilómetros atrás, no más". Tal vez por ello, por la dureza, lo han titulado: La odisea.

Coma, que recordó que la caravana española será una de las más numerosas del próximo Dakar (112 participantes), está muy orgulloso de haber creado un recorrido en el que "se descubrirá un nuevo Paraguay, que visitaremos por vez primera, una Bolivia muy distinta, con dunas preciosas y muy duras y unos fuera pista impresionantes, con seis días en altura que complicará la vida a los participantes y la Argentina de siempre, maravillosa".

EL CLIMA AÑADE DUREZA

Todo eso, además, de sufrir las inclemencias del tiempo. "Porque en Paraguay nos encontraremos temperaturas tropicales, de más de 42 grados y una humedad del 90%; el frío y la altura de Bolivia y el calor horrible, de más de 40 grados, de Argentina". Por todo ello, Coma no es capaz, ni siquiera, de nombrar a algunos favoritos, ni en coches ni en motos "pues todos los equipos oficiales, en cuatro y dos ruedas, tienen, al menos, un favorito y un piloto que puede conseguir la victoria".

Curiosamente, Coma, que recordó que su intención al entrar en el equipo de dirección del Dakar era "dejar mi huella, en el sentido de tratar de que el Dakar fuese lo más Dakar posible", se siente muy orgulloso de haber añadido dificultad a la prueba y, sobre todo, "hacer que el espíritu Dakar vuelva a estar presente en cada etapa y, para ello, debíamos de volver a premiar la capacidad de navegación de los participantes".