Si se observa a 'Purito' Rodríguez, se le ve intratable a la mínima cuesta y se recuerda qué sucedió en el Tour, resulta incomprensible que su equipo, el conjunto ruso del Katusha, no lo seleccionara para participar en la ronda francesa.

Tal como discurrió la grande boucle, tal vez el Tour (sobre todo por la cantidad de problemas de Alberto Contador) con menos carácter en la montaña, el corredor catalán no hubiera andado lejos de las posiciones de podio y muy mal se le tendrían que haber dado las cosas para no conseguir alguna que otra victoria en las grandes etapas de los Pirineos o los Alpes.

Nadie puede comprender por qué los mentores de la escuadra rusa dejaron en Andorra (donde él vive y entrena buena parte del año) a su jefe de filas. Comparativamente fue como si el Leopard hubiese ido al Tour sin los Schleck; el BMC , sin Evans o el Saxo Bank, sin Contador. Estúpido. No hay otra palabra.

Quisieron, con finalidad publicitaria para su país, formar un conjunto únicamente con ciclistas rusos. Y así les fue. Y encima uno de ellos (Aleksandr Kolobnev) se cubrió de gloria al ser el único (por fortuna, solo hubo un caso) que dio positivo en uno de los controles de la ronda gala.

Al menos, el gravísimo error (el Katusha ya ha hecho saber que el próximo año sí llevarán a la ronda francesa a su mejor corredor) ha servido para que 'Purito' pueda honrar a la Vuelta, porque cada vez resulta más complicado llegar en forma a dos grandes, sobre todo si están próximas en el tiempo (Giro-Tour o Tour-Vuelta).

LOS PRECEDENTES Disputar la ronda italiana, descansar luego y prepararse para la Vuelta (lo que ha hecho este año el corredor de Parets) resulta práctico y un reto aceptable para poder aspirar este año a la victoria en Madrid. En el 2010, 'Purito' llegó a la Vuelta después de acabar en el top ten del Tour, donde ganó una etapa. Sin embargo, en algunos momentos claves de la ronda española se le atragantó la prueba. Por ejemplo, sufrió una pájara en los Pirineos (Andorra) y realizó una contrarreloj que es mejor olvidar en Peñafiel.

Ayer, en la llegada a Valdepeñas de Jaén (con rampas que llegaron hasta el 23%) demostró que, hoy por hoy, es el hombre fuerte. Vincenzo Nibali, el que más se dejó ver el martes en Sierra Nevada, intentó seguirlo y fracasó, en una nueva jornada en la que Igor Antón pasó por problemas, ya que el vasco cruzó la línea de meta a 57 segundos de 'Purito'.

El demarraje del catalán fue impresionante, y es que advirtió: "Ya dije que venía a ganar la vuelta". En unos pocos metros se quedó solo y hasta tuvo tiempo de levantar los brazos, en una carrera que, por ahora, no está dando tregua alguna, ya que cada día hay alguna trampa escondida; hoy, por ejemplo, rampas del 14%, a solo 20 kilómetros de la meta de Córdoba.