Cuando Gustavo Aranzana llegó al Cáceres 2016, miró al vestuario y conocía a 11 de los 12 jugadores que allí estaban. Al único al que no había visto jugar en su vida había sido a Drew Naymick, el hercúleo pelirrojo que llegó al equipo en verano con la etiqueta de especialista defensivo. El entrenador receló de su rendimiento y seguramente le situó en la primera línea para posibles cambios. Sin embargo, el pívot norteamericano le ha ido convenciendo hasta tal punto que se ha pasado a ser imprescindible. Tanto como que el viernes, cuando se lesionó en el tercer cuarto ante el Tenerife, el equipo pareció perder la fe en la victoria.

Todos en el equipo contienen el aliento para que el resultado de las pruebas a su tobillo sean positivas y que no pase a ser más que un simple esguince que no le impida jugar el próximo domingo en la pista del Sant Josep Girona.

Naymick ha ido mejorando sus prestaciones a medida que se iba adaptando al baloncesto español --Europa ya la conocía después de un año en Polonia-- y es el único cinco puro del Cáceres 2016, una plantilla con pocos jugadores aficionados a luchar por la posición en el rebote.

Sus números son más que decentes: 10,4 puntos, 5,8 rebotes y 1,6 tapones en 24,3 minutos. Y sobre todo destaca por su seguridad de cara al aro rival. Los balones que le dan cerca de la canasta los transforma en un altísimo porcentaje (65,2%). Además, su acierto en tiros libres no es malo (71,7%), un aspecto importante en un jugador interior.

Reconfiguración

El Cáceres 2016 está en plena transformación, inevitable cuando llega un base que se perfila como titular, Carlos Cherry, y un nuevo jugador interior, Ira Newble, que sustituyó a Randy Holcomb la pasada semana. En este ambiente de metamorfosis, Naymick se ha distinguido por una rotunda ética de trabajo y unas grandes ganas de aprender, al tiempo que se adaptaba a las costumbres españolas. No ha podido pasar las navidades en su Michigan natal, pero se siente feliz al sentirse apreciado por su entrenador. Algunos hasta le ven con proyección incluso de estar a medio plazo en la ACB como ha sucedido con otros pívots como Serge Ibaka, Tom Wideman, Brian Cusworth o el ex-Cáceres Josh Asselin, entre otros.