"Alegría y menos presión". Esta es la clave lanzada por Juancho Pérez para guiar a la selección que comanda Juan Carlos Pastor a repetir éxitos, elogios y admiración. No lo dice cualquiera, Juan Pérez ´Juancho´, natural de Badajoz, es un histórico de la selección española. A sus espaldas, dos bronces en los Juegos de Atlanta 1996 y Sidney 2000 avalan su palmarés olímpico.

Sus 2.06 metros y sus 120 kilos de peso imponen. Fue referencia en la selección española --aquella que arrasó en el Mundial de Túnez en 2005, por ejemplo-- y lo sigue siendo en su actual club: el Portland San Antonio, donde afronta su última temporada en activo. Juancho, desde la experiencia que le otorgan sus 34 años y su impresionante trayectoria, defiende el traspié ante Croacia: "El primer encuentro siempre es peculiar... eran las nueve de la mañana, una hora difícil, aunque no hay excusas. Hay que ir partido a partido".

Confiar para ganar

La selección afronta una oportunidad única, es un conjunto acostumbrado a ganar, y dos años sin triunfos pesan. La ´receta extremeña´ para volver a la senda de la victoria es "confiar en nuestro juego, hay que ir a tope con el técnico y recuperar el entusiasmo". Aunque, el momento de la verdad llega a partir de ahora, "en los cruces es donde nos jugamos el turrón , la primera semana es para afianzar el juego".

Carlos Prieto, jugador emeritense que está con la selección en Pekín, ocupa el mismo puesto de pivote que Juancho. "Es una posición difícil, que necesita la colaboración del resto del equipo", afirma el pacense, que está viendo a su paisano "defendiéndose bien, juega en un lugar fundamental. Triunfará, porque es un jugador excelente". Sin duda, Prieto tiene en Juancho un buen padrino , un testigo que ya ha cosechado el éxito que ahora está viviendo --y disfrutando-- el emeritense.

Cuando finalice la temporada, el pivote de Portland tiene pensado "regresar a Extremadura, descansar, y disfrutar de los míos". A pesar de encontrarse a cientos de kilómetros de distancia "hago gala de extremeño entre mis compañeros".

Extremeños en el norte

Además, cerca de Pamplona, en Alsasua, un pequeño pueblo de las afueras, está el centro cultural La Encina. Se trata de un lugar de migración de extremeños, y es "el próximo sitio que tengo que visitar, lo tengo marcado con fuego en mi agenda". El Pines Badajoz, equipo de balonmano más representativo de la región, ya cuenta con la ayuda de Juancho, que "colaboro desde la distancia con la gente del equipo". Aunque, de momento, y a pesar de ser un entusiasta del balonmano, "no me planteo ser entrenador, pero sí aportaré mi granito de arena para sumar".

Para finalizar, una peripecia olímpica. Cuenta Juancho, como una de las anécdotas más pintorescas que ha vivido en su dilatada carrera, que "mi madre y mi hermana fueron a la ceremonia inaugural en Atlanta 1996 con una bandera de Extremadura para animar. Sin paliativos, ¡las autoridades se la quitaron porque pensaron que era de Palestina!".