Alberto Contador sabe desde ayer por la tarde que la Federación Española de Ciclismo (FEC) le impondrá un año de castigo por el controvertido control positivo por clembuterol detectado el 21 de julio en la segunda jornada de descanso del Tour de Francia, prueba que, de confirmarse la sanción, perderá en favor del corredor luxemburgués, Andy Schleck.

Juan Carlos Castaño, presidente de la FEC, fue la persona que presumiblemente comunicó al corredor el dictamen. Contador dispone ahora de 10 días para presentar las alegaciones.

Fuentes de la lucha contra el dopaje en España explicaron ayer a este diario que el castigo por un año, la mitad de lo que reglamenta el Código Mundial Antidopaje cuando aparece clembuterol en la orina de un deportista, se ha tomado porque no existen pruebas de que Contador se haya dopado de forma voluntaria.

Sin embargo, por contra, tampoco se puede contrastar que el clembuterol haya aparecido como consecuencia de una intoxicación alimentaria, tal como defiende el ciclista.

SIN SOLOMILLO Contador ha defendido en los informes científicos remitidos al comité de competición de la FEC que el resultado adverso del Tour se debe a la ingestión de un solomillo de ternera comprado en Irún. Al no existir restos del dichoso filete no es posible contrastar la teoría del corredor ya que no se puede analizar la carne.

La intención de la federación española era dar como buenos los argumentos del corredor defendiendo la intoxicación alimentaria. Pero la federación no se atrevió a absolverlo y remitió los informes a la Unión Ciclista Internacional (UCI).

"Se creyó que perdonarlo sin una prueba para contrastar hubiera supuesto el hazmerreír de Europa", explica a este diario un portavoz autorizado de la lucha contra el dopaje en España.

En efecto, la UCI recibió los informes científicos de Contador defendiendo la intoxicación alimentaria y se comprometió en dar una respuesta el pasado lunes 24 de enero.

Sorprendentemete, en vez de ello, la FEC recibió el martes un correo electrónico de Lausana pidiendo más tiempo para estudiar el caso. La UCI tuvo en su poder el caso desde el 24 de agosto, cuando recibió el control, hasta mediados de noviembre. En vez de emitir un dictamen pasó el caso a la federación española. El comité hará efectivo hoy el dictamen.

Mientras, acompañado en todo momento por su entrenador, Contador se entrenó cerca de tres horas en el velódromo Palma Arena, una pista que ya conocía, con cuyo director, el ciclista olímpico Joan Llaneras, conversó unos minutos y de la que ha afirmado que "es una pasada para hacer test".

"Nunca había tenido una concentración como la de este año, llevamos tres días aquí", dijo.