Alberto Contador, líder del conjunto Tinkoff, y cuarto clasificado de la general de la Vuelta, avisó el pasado domingo en la cima de Formigal, donde finalizó una etapa que dinamitó de salida junto a Nairo Quintana, que si el terreno lo permitía volvería intentar organizar una emboscada en la ronda española. Las etapas más propicias para ello son las de este miércoles que finaliza en la cumbre de Mas de la Costa y la del sábado, en la base aérea militar de Aitana.

El ciclista madrileño aprovechó la jornada de descanso, tal como hicieron también, entre otros, los corredores del conjunto BMC, donde está enrolado Samuel Sánchez, para comprobar sobre el terreno la dureza de una subida de apenas 3,8 kilómetros pero que esconde rampas que alcanzan un desnivel máximo del 21% con un coeficiente medio del 12'5%, tramos de hormigón y otros porcentajes nada despreciables del 15, 18, 19 y 20%. Las imágenes difundidas por la cuenta oficial de twitter de la Diputació de Castelló no esconden dudas sobre la dificultad de la cuesta de este miércoles en la Vuelta.