Contador tiene bien claros los planes para hoy. La tormenta lo espera en el Tourmalet con un parte metereólogico espeluznante. Y no le asusta. Ni el mal tiempo ni su rival. Hoy llegará a la gran cita de montaña del Tour 2010, vestido con el amarillo que ya ha lucido por dos veces en París y que espera llevar puesto el domingo en los Campos Elíseos. Pero para ello deberá estar muy atento a Schleck. Este dijo que atacará ya que no le queda otra opción.

¿Qué hará Contador? ¿Atacará, se defenderá? El ciclista pinteño tiene decidido improvisar. Sabe que solo debe estar pendiente de los movimientos de Schleck. Contador moverá a su guardia de montaña, sobre todo Dani Navarro y, por supuesto, Alexandre Vinokurov, pieza vital, esencial y con una calidad, como acompañante, que nadie posee en el Saxo Bank. Si el hermano mayor, Frank, no se hubiese caído en el pavés, posiblemente hoy habría que temblar un poco más.

MUCHA TRANQUILIDAD / Contador tiene claro que él no debe ser el primero en mover pieza. Solo tomará la iniciativa si ve dudas en Schleck. El jersey amarillo ha tratado en todo momento de aislarse de los acontecimientos externos. Esta fue lo que le llevó a zanjar la polémica suscitada por su ataque en Balès con la bici de Schleck escacharrada.

De igual manera, Contador "no da importancia", según su entorno, a los pitos que le ha dedicado un sector del público francés, en los podios de Bagnères de Luchon y Pau, y durante la etapa del circo de la muerte, disputada el martes y con los ascensos del Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque. ¿Qué hará Schleck? ¿Dónde atacará? El corredor luxemburgués no pasa tampoco por ser un buen especialista en los descensos. El lunes.perdió 50 segundos reparando la bicicleta. En cambio, transitó por la cumbre a solo 15 segundos de Contador y su grupo. En la bajada fue donde el ciclista madrileño y su séquito (Samuel Sánchez y Denis Menchov, tercero y cuarto de la general) incrementaron la diferencia con Schleck hasta los 39 segundos que le costaron el jersey amarillo. Por ello, difícilmente Schleck, cuyo equipo tampoco está para lanzar flores, atacará antes del Tourmalet. "El Tour se decide en el Tourmalet. Voy a atacar. No puedo esperar un mal día de Contador asique debo actuar. Me siento más cerca de él en la montaña porque he mejorado. Si consigo un minuto en el Tourmalet puedo defenderme en la contrarreloj".

El duelo está servido. De ellos depende que la etapa dedicada a un Tourmalet centenario entre en la leyenda del Tour.