Kilómetros y kilómetros montado encima de una bici (ayer, en la Volta, fueron 205 entre El Vendrell y Tarragona) dan para pensar. Y mucho. Alberto Contador ya ha asumido que cualquier reto que busque esta temporada estará supeditado al temporal que se desató de nuevo el jueves al decidir la UCI o, mejor dicho, su presidente Pat McQuaid, apelar ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) la declaración de inocencia dictaminada por la Federación Española, que consideró que no se había dopado voluntariamente en el Tour con clembuterol.

El entorno del corredor trata de aislarlo al máximo de todo lo que tenga que ver con las cuestiones extradeportivas. Ayer, por ejemplo, en la meta de Tarragona, donde ganó al esprint el corredor francés del Cofidis Samuel Dumoulin, eludió hablar de nuevo del recurso de la UCI.

Sin embargo, el ciclista se mantiene firme en los conceptos que ha defendido desde el primer día: no se dopó y la mejor manera de demostrarlo es tratando de ganar todas las carreras donde compite. Hoy la Volta, en mayo el Giro y, en julio, el Tour. Contador no contempla otra posibilidad que disputar la ronda gala. "Por su cabeza no pasa el renunciar al Tour. Sabemos que es cas imposible que haya una resolución del TAS durante el verano. Excluir el Tour significaría un paso atrás. El es inocente y esta temporada, para buscar nuevos alicientes, se ha propuesto intentar el doblete Giro y Tour. Alberto es consciente que el mejor camino hacia la ronda francesa no pasa por exprimirse en Italia. Pero quiere intentarlo", explican sus asesores.

EL CARACTER El corredor, además, considera que cada victoria es algo así como una declaración de inocencia. Si gana ahora y lo hace con aún más autoridad que hace un año (el miércoles, en Andorra, nadie pudo seguirlo cuando atacó) es porque es el más fuerte del pelotón y no porque necesitara en el pasado energías suplementarias.

La forma de correr de Contador es la que está demostrando en la Volta. El no sabe, como hacía Miguel Induráin, apuntarse a una carrera con el ánimo de entrenarse. Si sale, es para ganar. Por eso, salvo sorpresa, mañana, en Barcelona, inscribirá su nombre como vencedor, aunque ayer su equipo, el Saxo Bank, tuvo que emplearse a fondo para neutralizar una escapada que inquietó su liderato. A Contador en Tarragona no se le vio feliz. Pero sobre la bici sigue siendo el mismo.