REAL VALLADOLID: Justo Villar; Pedro López, Nivaldo, Prieto, Marcos; Borja (Font, min. 71) Pelé, Nauzet (Marquitos, min. 31), Canobbio, Costa y Bueno.

ATLETICO DE MADRID: Asenjo; Valera, Perea, Domínguez, Antonio López; Reyes (Cleber Santana, min. 91), Assuncao, Raúl García (Camacho, min. 84), Simao, Jurado; Forlán (Agüero, min. 71).

GOLES: 0-1: Min. 16, Jurado. 0-2: Min. 31, Forlán. 0-3: Min. 58, Reyes. 0-4: Min. 90, Aguero.

ARBITRO: Iturralde González (C. Vasco). Amonestó a Pedro López, Canobbio, Pelé, Nivaldo y Perea.

El Atlético, que no ganaba desde hace 14 años en Zorrilla, se regeneró y consiguió redimirse ayer de su derrota copera del miércoles tras doblegar (0-4) a un Valladolid muy inferior, que nunca dio la sensación de poder plantear combate alguno.

Después de que esta semana Quique Sánchez Flores criticara la profesionalidad de algunos de sus futbolistas, al Atlético se le iba a mirar con lupa y, sobre todo, en defensa. Sin embargo, Alvaro Domínguez y Perea estuvieron mucho más sólidos de lo que acostumbra a estar el centro de la zaga colchonera.

En el minuto 16, José Antonio Reyes aprovechó el "agujero" habitual de los locales en el lateral derecho para darle el 0-1 a José Manuel Jurado (min. 16).

OTRO GOL Reyes, ayer en su banda natural, la izquierda, fue de lo mejor de un Atlético que en el minuto 31 ampliaba su ventaja después de un pase en profundidad de Raúl García que Diego Forlán, tras porfiar con Nivaldo Santana, cruzó ante la salida de Justo Villar (0-2).

El Atlético, ayudado por la efectividad en sus dos llegadas, mostró su cara más competitiva, presionó y jugó con notable aplicación ante un Valladolid atascado y sin sitio.

En la reanudación, el Valladolid lo intentó con más ardor que inteligencia y criterio futbolístico. No asustó a nadie. Los madrileños seguían a lo suyo y sólo un disparo de Marquitos inquietó mínimamente a Asenjo.

Reyes, que no marcaba en Liga desde su último partido en el Madrid, consiguió un gol para enmarcar en el minuto 58. Culminó su gran partido con un disparo seco y lejano.

El partido fue deslizándose camino del final con más opciones de gol para el Atlético. Un Valladolid, ayer indolente y desorganizado, acudió en su rescate. Es más, facilitó el 0-4, obra del Kun Agüero, cuando el encuentro ya agonizaba.