Ismael Díaz, técnico y director deportivo del Cacereño, puso en peligro la clasificación de su equipo para la Copa del Rey de la próxima temporada con la alineación indebida de los canteranos Fran y Tomás en la última jornada de la pasada temporada en Torredonjimeno.

Según la normativa de la Real Federación Española de Fútbol, los jugadores sub-23 que no hayan disputado un mínimo de cinco partidos con el primer equipo de un club, no podrán ser alineados en la última jornada del campeonato nacional de liga. Los jóvenes futbolistas cacereños Fran y Tomás tomaron la alternativa en Segunda B precisamente en esa última jornada, en el estadio Matías Prats, de la localidad jiennense de Torredonjimeno. Finalmente, el Cacereño acabó la liga en sexto lugar, lugar que le daba el pase automático a la competición copera de la temporada 2003-2004.

EL MALAGA B DA OTRA PLAZA

Sin embargo, al estar el Málaga B involucrado en los primeros puestos, otro club más podría jugar la competición, con lo que hasta el séptimo lograría este objetivo, posición que finalmente ostentó el Ceuta. El castigo que hubiera conllevado la alineación indebida hubiera sido la pérdida del partido y una sanción en forma de puntos, por lo que hubiera peligrado su participación si el Ecija hubiera ganado su último partido y además hubiera denunciado la irregularidad cometida por el Cacereño.

Afortunadamente para los cacereños ningún club rival cayó en la cuenta del descuido que cometió el cuerpo técnico verde, probablemente porque el Cacereño había conseguido su clasificación copera oficiosa una semana antes tras empatar con el Motril en el Príncipe Felipe, pero al acarrear una posible sanción el error, la hubiera puesto en peligro.