La Copa Federación, que ya es pasado para el Cacereño tras la eliminación del miércoles en Talavera de la Reina, no ha pasado factura en forma de pérdida de puntos en liga para el decano, aunque la resaca de esos partidos intersemanales ha obligado al conjunto verde a sufrir más de la cuenta, acusando el lógico desgaste físico.

Después la final autonómica del torneo federativo ante el Mérida, que se resolvió en los penaltis tras la prórroga, el Cacereño se impuso por la mínima al Azuaga (0-1) en el que es uno de sus peores partidos de la temporada. Tampoco fue mejor el de Pueblonuevo, a donde llegó tras medirse al Talavera en el Príncipe Felipe. Aquel partido se resolvió con un gol de Keko en el último suspiro tras chocar una y otra vez contra un rival muy sólido en su campo (0-1).

Aunque con dificultades, el CPC ha salvado los dos baches. Mañana encara el tercero (y último) en Almendralejo, donde le espera un Extremadura B inmerso en una crisis de resultados. Es un equipo con un inmenso potencial, como ha recordado Adolfo Muñoz, el técnico verde, aunque con los de arriba parece costarle más: ha perdido contra Mérida y Moralo y empatado frente a Jerez y Plasencia.

El Cacereño, que viajará a Almendralejo con lo justo tras la lesión de Rubén (que se une a las de Rodri y Collantes) y las dudas de Chechu y Neto, encara el duelo con la posibilidad de asegurarse el simbólico campeonato de invierno, aunque para conseguirlo necesita, además de ganar, que el Mérida pierda mañana con el Valverdeño y el Jerez no gane hoy al Moralo.