La nueva edición de la Copa del Rey echó a andar este martes con una primera ronda compuesta por 112 clubs y 56 enfrentamientos (tres han sido aplazados por covid) que suponen el regreso del público a las gradas como gran aliciente en muchos estadios. Sin campeón de la última edición (Athletic y Real Sociedad se jugarán el título el próximo 4 de abril en Sevilla), el torneo se abrió con nueve duelos que tendrán su continuidad durante este miércoles y jueves. Barça, Madrid, Athletic y Real, que jugarán la Supercopa de España en enero, quedan exentos de este primer envite.

En un contexto marcado por el coronavirus y los partidos a puerta cerrada de los equipos profesionales en la Liga, resulta muy novedoso volver a ver aficionados en las gradas. La explicación es sencilla: la Copa es un torneo organizado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y su protocolo, apoyado por el Consejo Superior de Deportes (CSD), permite la presencia de público en los estadios según la normativa vigente en cada Comunidad Autónoma.

Cambios de escenario

Así sucedió, por ejemplo, en el pulso de este martes entre la UD Tomares y Osasuna. El modesto club de la División de Honor andaluza -la inmediatamente inferior a Tercera- se midió con el cuadro navarro en La Cartuja con la presencia de 400 espectadores. El Municipal de San Sebastián de Tomares no reunía las mínimas condiciones exigidas.

No es el único club que ha cambiado de emplazamiento para contar con su gente. Lo han hecho siete más, como el Quintanar (Cuenca), que se enfrentará este miércoles al Sporting de Gijón en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta de Albacete. Medio millar de hinchas ocuparán las gradas, una cifra similar a la que hubo este martes en Lucena para ver al Sevilla.

El vacío catalán

Gracias a la Copa, los equipos profesionales de Primera y Segunda pueden disfrutar de sus seguidores por primera vez desde marzo. En 32 de los 53 duelos de esta semana ha sido posible esta situación gracias a la normativa de los gobiernos autonómicos de Andalucía, Castilla la Mancha, Galicia, Murcia, Comunidad Valenciana o Cantabria. En Catalunya, en cambio, se mantiene el vacío.

"Dependemos del Procicat y no hay nada que hacer. El ayuntamiento quería abrir las puertas. Nuestra instalación está perfectamente adecuada para tener público y pensamos que sería positivo, pero manda la Generalitat", aseguran a EL PERIÓDICO fuentes del Terrassa, que se medirá este miércoles con el Valencia (19.00 horas). Perdemos una ocasión ideal para hacer caja en términos de taquilla, bufandas conmemorativas... Ojalá nos hubiesen dado ese guiño, pero no hubo el más mínimo movimiento.

Medidas muy estrictas

Los presidentes de Tercera reclamaron esta semana a la Generalitat que reconsidere su postura y abra los campos, al menos, en enero. El Llagostera-Espanyol y el LHospitalet-Almería de la Copa también se disputarán este miércoles sin público. "Además del veto autonómico, nuestro estadio es municipal y el ayuntamiento tiene medidas muy estrictas. Ni en los amistosos pudimos tener público. Es una pena", lamentan en el Hospi.