Angel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol y el arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, se pidieron mutuamente un ejercicio de oración para que España organice el Mundial 2018 y la Iglesia siga participando de "los dolores y gozos de sus hijos".

Villar y el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, fueron recibidos con ovación en su visita a la sede madrileña de la Conferencia Episcopal, adonde llevaron la Copa del Mundo, el éxito "más importante de la historia", según el presidente del fútbol español. El trofeo, que pasó el lunes en Mérida y el martes entre Badajoz, Arroyo de la Luz y Cáceres, regresará hoy a Extremadura, donde estará el resto de la semana. Será expuesto de nuevo en la capital pacense, así como en otras once localidades de la comunidad autónoma.

La de ayer en la capital de España fue una parada obligatoria en la que se pusieron los cimientos para trasladar algún día la Copa al Vaticano, para ser bendecida por el Papa Benedicto XVI, que "aunque sea alemán y perdió contra nosotros no creo que tenga inconveniente en recibirnos", en palabras del arzobispo de Madrid, quien la recibió a manos de Villar, pero no se puso la camiseta roja con su nombre grabado.

"La mayoría de la gente del fútbol somos cristianos y ese es el origen de nuestro país. La Iglesia durante siglos se ha preocupado por el bien del hombre", dijo Villar, que no se olvidó de pedir intercesión divina a Rouco Valera para organizar junto a Portugal el Mundial 2018.

Por su parte, el arzobispo de Madrid recordó al presidente algún "olvido" en la celebración de la Copa del Mundo. "No entrasteis en La Almudena y pasasteis por delante. Y luego nos pedís que recemos", bromeó.