Aprovechando la visita del Cáceres 2016 al Caja Rioja quiero enviar mi más afectuoso saludo a toda la afición cacereña. Ya han pasado casi dieciséis años de aquella fecha mágica del 10 de mayo del 92 y todavía guardo en mi corazón lo que supuso para mí aquello.

Como jugador, la alegría de un ascenso en el que TODOS fuimos colaboradores necesarios y como persona el recuerdo de una estancia de tres maravillosas temporadas en las que recibí vuestro cariño en una cuantía desbordante. Cáceres y su equipo siguen ocupando un espacio en mi corazón que seguro no se va a ver mermado por mucho tiempo que pase.

He seguido en la distancia, gracias a EL PERIODICO EXTREMADURA en su edición digital y a amigos que todavía conservo, todos los avatares de esta, para mí, interminable travesía del desierto. Estoy seguro que con el apoyo de TODOS, CACERES volverá a tener el equipo donde se merece de verdad y volveremos a disfrutar de su singladura por las mejores canchas de España y Europa.

Junto con toda mi familia, mañana estaré en la cancha de Logroño, donde vivo, para ver a nuestros equipos y seguro que en algún momento se me escapará el ¡¡¡CACERES, CACERES!!! que atronaba la Ciudad Deportiva o el "redoble, redoble, vuelve a redoblar" que tantas veces os oímos cantar.

Quiero enviar a toda la afición, simpatizantes, medios de comunicación, exdirectivos y amigos un fuerte abrazo. Dar cualquier nombre supondría dejar fuera seguramente alguno y por ello quiero ser agradecido a todos, desde la persona que por la calle me paraba para darme ánimos hasta el colaborador más cercano de aquel equipo. Todavía hoy me siento muy cercano a vosotros.

Un abrazo.