Iván Fernández Tamayo (Retamal de Llerena, 14 de febrero del 2000) llevaba tiempo siendo seguido por el director deportivo del Coria, Jesús Manibardo. "Por fin lo hemos conseguido, y además llega libre", dice un satisfecho Manibardo. El club extremeño de Tercera División ha hecho oficial este lunes la contratación del delantero, con una sobresaliente trayectoria como juvenil en el Diocesano, al que llegó desde el Castuera, y que en los últimos dos años ha militado en los filiales del Rayo y el Alcorcón, en los que no ha cuajado.

«No hay que hacer caso a lo que me puedan decir ahora. Hay que seguir trabajando igual y no creérselo», decía el futbolista en un reportaje que le dedicó este diario hace justamente tres años, después de hacer tres tantos con el Dioce de Adolfo Senso ante el Peña de León en partido de División de Honor juvenil que los colegiales ganaron por 0-4. Todos le señalaban como un jugador importante de futuro, y en el Coria esperan que en su presente vuelva a destacar un joven que, con apenas 16 años, ya marcaba goles (tres en concreto) con el Diocesano senior en fase de ascenso a Tercera, siendo decisivo en subir. No era ni es un cualquiera, es evidente: dotado de una excelente zancada y una capacidad de definición incuestionable, tiene su verdadera reválida en el Coria de Raimundo Rosa, ‘Rai’, en su vuelta a Extremadura.

Como adolescente, Iván, un admirador de Luis Suárez, era una de las promesas más emergentes del fútbol regional, habiendo pasado por todas las selecciones de categorías inferiores de la extremeña, con técnicos como Diego Gil o Francis Bordallo de entrenadores, entre otros. Moldeado en Cáceres, también como estudiante en el IES Universidad Laboral, contaba que, en el caso de no ser futbolista profesional, su verdadera prioridad, quería cursar Criminología y ser policía. Ahora, de momento, quiere triunfar a orillas del Alagón.