Mantener el estadio Príncipe Felipe cuesta, al año, más de 180.000 euros, un abultado registro que no se cuantifica ni en un solo club entre los importantes de la comunidad autónoma extremeña, ni tampoco en los modestos, con la salvedad del complejo La Vinosilla, en Plasencia, utilizado por el Ciudad de Plasencia y gestionado por socios. Los recintos deportivos son municipales en su inmensa mayoría, e incluso los gastos corren a cargo del ayuntamiento. En el Cacereño las facturas se acumulan, y la mitad del dinero (sobre 90.000 euros) es para el propio mantenimiento del césped. Solamente la luz supone 36.000 euros.

El club ha suavizado extraordinariamente sus relaciones con el ayuntamiento durante las últimas semanas después de un duro cruce de declaraciones, pero ahora hasta se recuerda que el propio consistorio ha ayudado al club en ´arreglos´ puntuales en el estadio.