Mientras que el Mérida intensifica su producción goleadora tras el descanso (más del 75% de los goles llegan tras el paso por vestuarios), el Cacereño presenta unos números bastante equilibrados entre el primer (29 goles) y el segundo periodo de los partidos (31).

Analizando los minutos en los que han llegado sus 60 goles marcados hasta ahora destacan tanto los 17 conseguidos en el último cuarto de hora del primer tiempo -con especial relevancia para los últimos compases del primer acto (a partir del 41) con diez dianas- como los 16 anotados entre el arranque de la segunda parte y el minuto 60. Más de la mitad de los goles del conjunto verde han llegado en esa media hora.

Como el Mérida, el Cacereño tampoco es de salir en tromba a los partidos. Sus rivales, sobre todo en el Príncipe Felipe, optan en la mayoría de las ocasiones por replegarse, hacer los partidos largos y tratar de sorprender en alguna contra. Los verdes solo ha marcado siete goles antes del primer cuarto de hora de partido, tres de ellos antes de cumplirse el minuto 5. Del 15 al 30 sus datos son aún peores, pues ha contabilizado hasta ahora cinco tantos, algo muy similar le sucede en el tramo intermedio de la segunda parte (seis) para mejorar a partir del 75 con nueve dianas, cinco de ellas en los últimos cinco minutos.

En cuanto a los goles encajados, el Cacereño recibe más en las segundas partes (once) que en las primeras (seis).

La plantilla verde, que disfrutó ayer del tradicional día de descanso, volverá hoy a los entrenamientos para el trascendental partido del domingo en el Romano ante el Mérida (17.00 horas). Los cuatro puntos de ventaja del conjunto emeritense convierten en clave el duelo para el Cacereño, que además de tratar de ganar debería esperar después un nuevo fallo de su rival en la lucha por el título de campeón.

Por otro lado, en las oficionas del club siguen vendiendo las entradas para el partido (al precio de 5 euros) y apuntando gente para el viaje en autobús (12 euros, con el acceso al estadio incluido). JAIME J. TORBELLINO