Mientras arrecia las tormenta que supone su probable marcha del Madrid hacia la Juventus, Cristiano Ronaldo ha decidido aislarse del ruido en las costas del mar Jónico junto a su pareja y su hijo menor. Concretamente en Costa Navarino, un lujoso complejo hotelero situado en la costa suroeste de la península griega del Peloponeso, donde, según medios locales, llegaron en helicóptero rodeados de grandes medidas de seguridad.

El portugués se mantiene así a la expectativa, esperando acontecimientos y sin responder a las exigencias de Florentino Pérez, que pidió al jugador que explicara públicamente las razones que le llevan a querer abandonar el Madrid. De hecho, según una información de As, Ronaldo no querría despedirse de la afición madridista con un acto grandilocuente.

Jorge Mendes, agente del jugador y principal instigador de las tradicionales revueltas veraniegas del portugués, ya jugó al despiste el jueves y dio pie a todo tipo de habladurías. «Si sucede (la marcha de Cristiano), será un nuevo reto en su brillante carrera», dijo. Para añadir confusión, La Stampa publicó ayer que Florentino pide ahora 150 millones al club italiano.

La Juventus tuvo que salir al paso de una información aparecida en Il Sole 24 Ore, que afirmaba que las acciones de los de Turín, ante la probable llegada de Ronaldo al club, habían cotizado al alza hasta llegar a una ganancia del 22%.

Por ello, este viernes la ‘Juve’ tuvo que emitir un comunicado. «Juventus Football Club aclara que durante el mercado de fichajes valora diferentes oportunidades y en el caso en que se concretasen proporcionará información adecuada de acuerdo con la ley», aseguraron en una aclaración de la que poco se puede sacar en claro. Nadie confirma ni desmiente nada.

Como siempre que se habla del futuro de Ronaldo, el Manchester United asoma la cabeza. Conforme a The Sun, estaría dispuesto a superar la oferta de 100 millones de euros de la Juventus.