El fútbol chino también se tambalea ante la gran inversión empresarial de estos últimos años. Si bien el presidente Xi Jinping impulsó el aumento del rendimiento futbolístico del país mediante inversores locales, hoy en día estas empresas y conglomerados tienen que afrontar situaciones muy críticas económicamente. La última noticia, la retirada del Jiangsu FC de la competición tres meses después de alzarse con el título masculino, hace saltar las alarmas de una federación que ya ha visto como se han marchado, en este último año, una veintena de equipos de las tres divisiones principales.

El Jiangsu FC, reciente campeón de la Superliga (CSL), es propiedad de Suning Group, que también es máximo accionista del Inter de Milán. Suning es un gigante minorista cuyos almacenes son una característica elemental de las ciudades chinas. El grupo empresarial empezó a notar una caída en los ingresos con la ausencia de público debido al covid-19 y el pasado mes de febrero, su máximo accionista, Zhang Jindong, anunció que la compañía recortaría los negocios no minoristas. No tuvo suerte el conjunto de Jiangsu, que, pese a intentarlo, no encuentra un comprador que pueda sufragar las deudas de £67 millones que tiene el club.

Roger Martínez y Alex Teixeira, dos de los fichajes más costosos del Jiangsu FC, en el día de su presentación. /SPORTYOU

Pese a los grandes fichajes en su momento de Ramires, Alex Teixeira o Miranda, la franquicia comunicó el pasado domingo el cese de su actividad: "En el contexto del problema, aún solucionable, del sector futbolístico donde las enormes inversiones no producen casi ningún retorno, la decisión de dejar de operar en el club es lógica" anunció a la agencia Reuters un representante de la compañía.

Las nuevas políticas de la CFA (Asociación China de Fútbol) buscan que los clubes ganen independencia con respecto a las inversiones externas de capital. La normativa prohíbe la mención de empresas en los nombres fiscales de los clubes, motivo por el cual también han quebrado algunos equipos como el Tianjin Teda. Además, la liga ha instalado un tope salarial para la temporada 2021, que comenzará en abril. A los jugadores extranjeros se les puede pagar un máximo aproximado de £2,7 millones al año, para así evitar despropósitos como el sueldo de Tévez en su etapa en el Shanghai Shenhua, donde ingresaba esta extraordinaria cifra cada mes.

as jugadoras de China celebran el gol durante un partido clasificatorio. /VCG

"Ha llegado el momento del crecimiento salvaje, de respetar las leyes del fútbol, respetar las leyes del mercado, adherirse a la formación juvenil y trabajar a largo plazo" comenta uno de los federativos de la CFA. China se propuso desarrollar a gran escala su futbol formativo para llegar con una plantilla de garantías al Mundial de 2026. Habrá que ver si los clubes podrán sobrevivir en la Superliga sin depender del dinero corporativo que reciban.