Existen 161 especies de camaleones, y todos por muy distintos que sean tienen una cualidad en común. Estos reptiles logran adaptarse y camuflarse en cualquier escenario. Una habilidad con la que también cuenta Cristo Medina (Pueblonuevo del Guadiana, 1987) y que utiliza para ayudar al Mérida.

En lo que va de curso, Diego Merino y Santi Amaro lo han utilizado en diferentes posiciones y el ‘ratoncito’ ha respondido en ambas. O bien partiendo desde la banda izquierda o bien como único punta, Cristo siempre logra un buen rendimiento. Y prueba de ello son los 51 goles que ha logrado con la camiseta romana a lo largo de su trayectoria deportiva.

Ante el Córdoba logró mojar. «Salí sin calentar, vi una pelota que quedaba dividida y cogí el rebote, piqué la pelota y además la rozó un central y para dentro», resume Cristo. Y esa es su virtud. Creer donde otros ya no creen. Conjugar el verbo pelear en cada partido y la humildad.

«Cualquiera que te hable de mí, tanto a nivel personal como deportivo te dirá que siempre llevo la humildad por bandera. El trabajo para mí es innegociable, y más en el mundo del fútbol que un día estás arriba y al día siguiente nadie se acuerda de ti», confiesa el ‘ratoncito’ pecholata. Lleva tres dianas esta temporada. Cifra que no podrá aumentar ante el San Fernando, puesto que cumplirá ciclo de amarillas. «Es el partido que menos quería perderme, porque venía de ayudar al equipo con un gol y me estaba encontrando muy bien», desvela el atacante. Unos números muy por encima de las propias expectativas del jugador.

«Era el año idóneo para probar en Segunda B. Las expectativas se están superando, no pensaba que iba a tener tantos minutos y mucho menos los goles que llevo», reconoce Cristo. Esa adaptación a la categoría también se produce paulatinamente en el equipo, que poco a poco va cosechando resultados que le hacen estar a una victoria de puestos de salvación.

Adaptación

«Poco a poco nos vamos adaptando, los resultados no son los que todo el mundo quería, pero sabíamos que iba a ser complicado. El equipo también se ha tenido que adaptar a otro entrenador, con otras ideas y creo que estamos haciendo un gran trabajo. Hay que mejorar un poco los números en el Romano, porque serán necesarios para salvarnos», apunta Medina.

Y en ese cambio de preparador, también se ha visto afectado el rol de Cristo. «Pues en el equipo sigo siendo el mismo. Con Santi Amaro empecé jugando y luego prácticamente no me daba oportunidad. Con Diego Merino empecé los cinco primeros partidos de delantero y ahora también me utiliza como extremo», analiza.

Un técnico, el romano, que es muy expresivo y también utiliza demasiados tecnicismos para las ruedas de prensa. Algo que resume con gracia el propio ‘ratoncito’ de Pueblonuevo. «El míster es muy didáctico, usa palabras que muchos no conocemos, es muy explicativo. Pero es hacer lo que te pide, y meter las que tenga», comenta entre risas.