Cristofer Medina, futbolísticamente ‘Cristo’ (Pueblonuevo del Guadiana, 15 de enero de 1987), no quería salir del Mérida pero, aunque obvie comentar en público los detalles e incluso tampoco confirme la noticia, su camino está lejos del club romano en los próximos meses.

El ‘hombre-récord’ en ascensos a Segunda División B (siete llevan su firma, nadie ha alcanzado esa cifra) está a punto de lanzarse a por otro reto con idéntico objetivo. Este final de temporada volverá a repetir el guión, salvo cambio radical de última hora, y su destino será el Cacereño, aunque el Villanovense también se ha interesado por él.

Durante el día de ayer se esperaba que se hubiera puesto fin a las especulaciones y que Cristo hubiera firmado, pero esto no ocurrió por diferentes problemas surgidos a última hora. Sin embargo, el Cacereño y el futbolista parecen condenados a unirse en las próximas horas.

El decano del fútbol extremeño se ha interesado por el ‘ratón de Pueblonuevo’ en varias ocasiones, la última en el verano del 2018, cuando finalmente escogió al Mérida, que le hizo un contrato por un periodo de tres años. Con ello volvía al club con el que había subido en la temporada 2014-2015. Volvió a hacerlo, como con el Unionistas de Salamanca hace tres años. Además, ya lo logró con el Cerro de Reyes, el extinto Sporting Villanueva, el Burgos y el Extremadura UD. En total, seis equipos diferentes y siete ascensos, siempre con su protagonismo en forma de goles.

En los últimos días hay varios problemas a resolver antes de su llegada a Cáceres. El primero que habría que tener en cuenta es que el CPC tiene que dar una baja. Julio Cobos, el entrenador, quiere que sea Dani Muñoz, con el que no cuenta. El club verde y el delantero andaluz han negociado, pero, al menos oficialmente, no hay acuerdo. Sobre la mesa se ha puesto la posibilidad de que se marche al Coria, como ha informado este diario, pero ello parece misión complicada. Un problema personal del punta podría haber contribuido también a que no se haya resuelto aún la operación a tres bandas.

También se está pendiente de que Mérida y Cristo se pongan de acuerdo y, a partir de ahí, el propio Cacereño. Teniendo en cuenta que al media punta le resta un año y medio de contrato con la entidad romana, todo sigue en el aire, con la opción de una cesión como posible vía.

Todo ello se está llevando con sigilo. Ninguna de las partes ha hablado. Sin embargo, el Cacereño y el futbolista quieren unir sus caminos y están en ello.