Pasa las vacaciones navideñas en Madrid antes de volver a Estambul el 3 de enero para seguir al frente del Besiktas. Desde que salió del club blanco un día después de ganar la Liga 2002-2003, el Madrid no ha dejado de dar tumbos. Carlos Queiroz, José Antonio Camacho y ahora el interino Mariano García Remón. Vicente del Bosque no quiere hablar demasiado del Madrid. "Luego dicen que soy muy malo, que estoy resentido y que me hago la víctima. Y no es así porque soy feliz en Estambul".

No cree que los galácticos estén viejos o que se haya acabado un ciclo. Lo que sí tiene claro es que la Liga "está imposible". Reconoce que el Barcelona está jugando bien, aunque ya le tocaba al club catalán. "No siento nada especial cuando veo jugar al Bar§a. Ya es hora que lo haga bien después de varios años. Que lo disfruten", asegura el preparador.

DUDAS SOBRE EL FUTURO El técnico salmantino ve con estupor los acontecimientos que se suceden en el club de vida. Y tiene sus dudas sobre cómo saldrá la llegada de Arrigo Sacchi. "Es un hombre con un gran prestigio. Marcó una época, tiene un historial envidiable y es de los más respetados dentro del fútbol europeo. A partir de ahí, no sabemos cómo le va a ir. Espero que sea bueno para el Madrid", afirma el exentrenador blanco.

Muy diferente es su opinión sobre el presidente del Madrid, de quien dice que "será la prensa y los socios los que le juzguen". Pese a ello, Del Bosque lanza un claro mensaje a la cúpula directiva de la entidad madridista. "Me gustaría que todo el mundo trabajara con normalidad, buscando el bien del Madrid, no intentando controlar a la prensa, sino dejando libertad para que opinen sin cabrearse por comentarios que van en contra de lo que tú pienses. Cuando alguien no opina lo que ellos quieren es que vas en su contra. Es muy importante saber escuchar", dice Del Bosque.

Quizá lo que más le duela sea el mal trago que está pasando su gran amigo García Remón. Sabe que una de las tareas de Sacchi es buscar nuevo entrenador para la próxima temporada. "Mariano está en una situación difícil. Está muy preparado y es una persona muy equilibrada y responsable. Dije que se encontraba solo y lo mantengo. Si pierdes o ganas un partido siempre se ponen en duda las decisiones de los técnicos, pero ya sabemos que hay mucho entrenador por ahí", añade el salmantino, que no se plantea volver al Madrid: "Es muy difícil. No tengo esa ambición. Es casi imposible que vuelva, esté quien esté".