La perfecta armonía entre Ivan Ljubicic y Mario Ancic, dos raquetas que acomodan sus condiciones a la modalidad de dobles, aproximaron a Croacia (2-1) hacia la conquista de su primera Ensaladera de Plata al vencer a Dominik Hrbaty y Michal Mertinak, por 7-6 (5), 6-3 y 7-6 (5) en la segunda jornada de la final de la Copa Davis que se disputa en Bratislava.

El efecto demoledor del Sibamac Arena no fue suficiente esta vez para consolidar el progreso del conjunto centroeuropeo y completar, de lleno, una actuación memorable en la Davis del grupo capitaneado por Miloslav Mecir.

No ha recibido en condiciones óptimas Eslovaquia la lucha por el título. Y el sueño del éxito aparece ahora amenazado por la posibilidad de fuga de una ocasión histórica. El cuarteto centroeuropeo está advertido por la derrota. Carece ya de margen de error. Y necesita ganar los dos individuales de hoy para cambiar de raíz la trayectoria que ha adoptado la final.

Croacia, que ha pasado por alto el poder de Bratislava, donde España se dejó el título y donde cayeron después Holanda y Argentina, puede ser campeón a domicilio. Algo que no sucede desde la final del 2002 cuando Rusia derrotó a Francia en París.