Anuncian chispas en la tierra, así que esperemos que no haya gotas en el cielo. Pronostican una guerra de carenados y codazos sobre el asfalto de Brno, así que lo mejor es que luzca el sol para que todo se vea con brillo y luz. Dicen que va a ser la salida más electrizante del año. El vaticinio, compartido por todos los inquilinos de las dos primeras filas de la parrilla de MotoGP del Gran Premio de la República Checa, lo lanzó ayer a los cuatro vientos el mismísimo Valentino Rossi: "Preparaos porque vamos a ver una bella y dura batalla", aseguró.

Todo parte de un hecho casi histórico, una inédita y extraña, bueno, diferente, primera línea formada por el divertido y veloz Cal Crutchlow ("esta sí es una verdadera pole y no la de Assen, donde no estaba Lorenzo"), un pillo, oportunista y listísimo Alvaro Bautista ("le debo este segundo puesto a Marc porque me he pegado a él toda la vuelta, así que le pagaré una cena") y, cómo no, un soberbio Márquez, que vio las dificultades que tenían Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo para meterse en primera línea y decidió no ayudarles en los últimos minutos, renunciando a su segundo neumático para que no se enganchase nadie más.

PEDROSA Y LORENZO A esa sorprendente primera fila le sigue una segunda portentosa, liderada por Pedrosa y Lorenzo, que son los que más prisa tienen por ponerse en cabeza cuanto antes y más ambición de sumar puntos, pues Márquez ya empieza a necesitar retrovisores para verles, situados como están los campeones a 21 y 35 puntos.

La única pole española fue en Moto3 con Alex Rins superando a Maverick Viñales, ya que en Moto2, el japonés Taaki Nakagami fue mejor que Pol Espargaró y Tito Rabat.