CACERES 2016: Pavel Ermolinski (0), Francis Sánchez (10), Lucio Angulo (16), Randy Holcomb (19), Drew Naymick (8) --cinco inicial-- Alex González (0), Pedro Sala (3), Xavi Forcada (0), Gio Dedas (3), Diego Guaita (10), Roger Fornas (1).

SANT JOSEP GIRONA: Troy DeVries (16), Darryl Middleton (19), Feliu (7), Andrew Devro (10), Bataller (5) --cinco inicial-- Navarro (2), Ortega (2), Jiménez (1), Nikkila (2), Pujols (10).

MARCADOR POR CUARTOS: 16-17, 25-28, 45-50, 61-61 (final), 70-74 (prórroga).

ARBITROS: Morales y Bey Silva. Eliminados: Naymick (m. 44), Guaita (m. 44) y Pujols (m 44).

Salió cruz. La moneda se inclinó indefectiblemente del lado visitante. El Cáceres 2016 no pudo obsequiar a su expectante público con un triunfo en el estreno en casa. Tras una prórroga maldita, el grupo de Piti Hurtado fracasó en su objetivo de sumar su segundo éxito del nuevo proyecto en LEB Oro y cayó ante el Sant Josep de Girona (70-74).

Y lo tuvo cerca, casi lo tocó. Francis Sánchez había colocado el 61-59 a falta de dos segundos y seis décimas. Todo parecía casi finiquitado. Sin embargo, como suele suceder, la experiencia sigue siendo un grado, y superior además en el caso del protagonista. Darryl Middleton (43 años) forzó el tiempo extra con un reverso esquinado de esos que tanto prestigio le han dado en el baloncesto europeo (61-61).

En los cinco minutos añadidos, pese al 68-63 y la técnica al propio Middleton, el cuadro catalán fue más certero y, a base de fe y desacierto local, se apuntó el triunfo. La afición cacereña, con más animación este año (una nueva y bullanguera peña, Los Golfinegros, fue la agradable sorpresa) se llevó un disgusto morrocotudo cuando casi tocaba el cielo de iniciar el campeonato encadenando dos éxitos.

Antes de todo ello, el partido no resultó ser precisamente un dechado de estilismo. Los equipos se emplearon en una dura pelea ya desde el inicio. Las defensas eran muy superiores a los ataques. Cáceres y Girona se afanaron en porfiar atrás y a fe que se ganaron credibilidad en esta faceta, no así en la ofensiva, donde los dos estuvieron deficientes.

El Cáceres ya dio muestras de nerviosismo desde el inicio. El 6-11 del minuto 7 denotaba que algo no funcionaba. Hurtado movió constantemente el banquillo, pero solamente parecía solvente Randy Holcomb (7 puntos, 3 tapones y dos rebotes en el primer cuarto), un norteamericano de enorme talento destinado a dar grandes noches en el pabellón Multiusos.

BASES IRREGULARES La irregularidad marcó el paso de los minutos. Los gerundenses tenían más puntería de fuera que los extremeños, demasiado obsesionados con el lanzamiento exterior. Hurtado movió el puesto de base con Ermolinsky, Alex González y Perico Sala y no encontró fluidez y consistencia con ninguno de ellos.

El encuentro siguió equilibrado, aunque fue el cuadro de Borja Comenge el que tomó más ventajas (23-28, minuto 19) en un segundo cuarto ridículo en la anotación (9-11).

El partido, en cualquier caso, estaba muy abierto. Del 31-37 se pasó al 40-39 con un triple de Francis Sánchez. Pero se carecía de continuidad (45-50 al final del tercer cuarto). Con Guaita y Holcom enchufagos y la grada rugiendo, el Cáceres se volvió a meter en el duelo y acumuló pequeñas ventajas, pero todo salió mal en el momento clave.