José González Barrantes, conocido como ‘Gus’, tiene 38 años y es el técnico de La Cruz Villanovense, equipo modesto de Villanueva de la Serena que milita esta temporada en la División de Honor de juveniles.

Fue cocinero antes que fraile. Como jugador se forjó en la cantera de La Cruz, debutó con el Villanovense con 17 años y jugó varias temporadas en Segunda División B y Tercera con el club serón, además de militar en el Trujillo, Valdivia, Santa Amalia y Castuera.

Al mismo tiempo se estuvo formando hasta conseguir los tres niveles de entrenador y hace cuatro años le dieron la oportunidad de poder entrenar al cadete A de La Cruz hasta que llegó al juvenil.

Se mide esta temporada a rivales de entidad como Real Madrid o Atlético de Madrid. «De momento pienso que el equipo ha competido en todos los partidos en un grupo muy exigente y bases de competición diferentes a los años anteriores», señala.

Para el entrenador de La Cruz «los rivales son todos muy fuertes y competitivo y en nada que bajas el nivel competitivo lo pagas. Tienen mucha calidad y experiencia. Nuestro objetivo es mejorar todos los días y ser competitivo en todos los partidos. A nivel clasificatorio nos gustaría acabar entre los cinco primeros, pero para esto aún queda mucho trabajo por hacer».

Orgulloso

Se identifica con la forma de trabajar de Mendilíbar en el Eibar, Bordalás en el Getafe o Marcelino. Es decir: proyectos con dificultades y rendimientos muy altos. «La plantilla es trabajadora, tiene una capacidad muy grande de sacrificio, gran predisposición y se ha sabido adaptar muy rápido a las exigencias de la competición. Estoy orgulloso de tener la oportunidad de entrenarlos y poder conocer la buena gente que son. Pienso que tienen unas señas de identidad bastantes claras: ser un equipo fuerte, difícil de batir, que los equipos sepan que competimos en cualquier campo. El objetivo es que algún jugador llegue al primer equipo y que alguna cantera se pueda fijar en ellos para seguir creciendo».

La mayor parte de la plantilla es formada en el club y se ha complementado con jugadores que han venido muy ilusionados aportar su granito de arena, según Gus. «Los jugadores saben que tienen que trabajar mucho y que cada punto es oro y cuesta mucho conseguirlo. Son el gran patrimonio que tiene el club y los grandes protagonistas, sin su implicación y dedicación no estaríamos en esta competición al igual a todos los monitores del club que gracias a su esfuerzo de años anteriores estamos recogiendo los frutos».

Para jugadores de esta edad, la disciplina es importante, y más en estos tiempos de pandemia. En ese sentido se deshace en elogios: «Los chavales son responsables en general, a todos nos ha superado esta etapa de la pandemia. Este equipo sin tenerlo que hacer por protocolo se confinó cinco días y trabajamos desde casa porque pensamos que era lo mejor para todos. Somos un equipo y sabemos que trabajando mucho estas más cerca de mejorar y conseguir objetivos».

Con un grupo tan atractivo y de rivales de entidad, da rabia que el público no pueda asistir a muchos partidos. «Para nosotros en fundamental nuestra gente, este año se han hecho muchos abonados y nos sentimos respaldados siempre con su aliento. Esperemos que los podamos ver pronto en la grada por el bien del fútbol», señala.

Sobre los próximos compromisos, como el de esta semana ante el Rayo, el técnico señala, «un buen equipo que, aunque no empezó como se esperaba pienso que va hacer una segunda vuelta muy distinta porque tiene muy buena. Luego recibimos al Badajoz, un derbi que será muy intenso ante otro muy buen equipo. Estamos muy ilusionados».