Mariano Soriano Lacambra tomó ayer posesión como nuevo director general de Deportes convencido de que el deporte español «está bien pero, por supuesto, puede mejorar». «Como buen docente, prefiero valorar antes de poner nota. Pero creo que el deporte está bien y que, por supuesto, puede mejorar», subrayó.

El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, advirtió de que en la persona de Soriano «confluyen su condición de deportista profesional, la de licenciado en Derecho y la de gestor de experiencia dilatada», así como la presidenta del CSD, María José Rienda, y su antecesor en el puesto, Jaime González Castaño.

Soriano Lacambra (Zaragoza, 1963), nombrado por el Consejo de Ministros el pasado día 27, ocupaba desde julio de 2015 el puesto de director de Deportes del Gobierno de Aragón.

«Esto es un cambio de escenario», dijo el nuevo director general. «Paso desde un ámbito autonómico, donde la exigencia es mucha, a coordinar políticas publicas e impulsar proyectos con las federaciones, con unas prioridades bastante claras que ha explicado el ministro», señaló.

Estos objetivos prioritarios, había recordado Guirao al presentar a Soriano, son una nueva Ley del Deporte, preparar los Juegos de Tokio y revisar el Plan ADO y hacer hincapié en el deporte femenino.

Según el director general, «el cambio de marco legislativo es algo que pide la gente» para actualizar una Ley que data de 1990 y, en cuanto a ADO y sus recientes problemas de liquidez para abonar las becas de preparación olímpica, Soriano indicó que va a «valorarlo», pero «hay coincidencia en que hay que revisar el modelo».

EXJUGADOR DE BALONMANO / Soriano fue jugador de balonmano, deporte en el que debutó en División de Honor con el CN Helios de Zaragoza en 1983. Jugaba como pivote y era «una joven promesa» hasta que se marchó a estudiar a Lleida y pasó a equipos de Primera división.

Es licenciado en Educación Física, licenciado en Derecho y máster en Derecho Deportivo por la Universidad de Lleida. También es técnico deportivo superior en balonmano y ha dirigido a equipos masculinos y femeninos.