Las amenazas de Joseph Blatter, presidente de la FIFA, de expulsar a España de las competiciones europeas e impedir a la selección disputar la Eurocopa por lo que considera intromisiones gubernamentales no han hecho cambiar de opinión al Consejo Superior de Deportes (CSD). Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, reiteró ayer que la Federación Española de Fútbol (RFEF), como las otras federaciones cuyos equipos no estarán en los Juegos de Pekín, tendrá que convocar elecciones antes del 31 de marzo.

Así quedó fijado en una orden ministerial publicada en el BOE el 8 de diciembre. Una norma que Angel María Villar, presidente de la RFEF, no quiere cumplir, con la idea de llevar a cabo el proceso electoral a finales de año. Se arriesga con ello a ser inhabilitado y ha movilizado en su favor a la FIFA. Blatter eligió el marco del homenaje a Alfredo Di Stéfano para arropar a Villar con el rechazo de lo que, a su juicio, no son más que presiones políticas injustificadas. "No aceptamos una intervención del Gobierno... Es incomprensible. Apoyamos totalmente a la federación y esperamos que las autoridades políticas comprendan el riesgo que corren", declaró el máximo responsable del fútbol mundial ante los periodistas españoles, a los que había convocado en un aparte exclusivamente para esta cuestión.

Posición firme

Una advertencia que no ha provocado la más mínima quiebra en la firme posición que exhibe el CSD en este asunto. Jaime Lissavetzky lo dejó bien claro tras la comida anual de la ONLAE, sin conceder ningún crédito al ultimátum de la FIFA: "Estoy convencido de que la selección española va a jugar la Eurocopa porque se lo ha ganado en el campo de juego, eso es evidente. Lo que hay que hacer es llevar un proceso lo más ordenado posible".

"No voy a calificar a nadie y menos a personas que vienen aquí invitadas por un equipo, el Real Madrid. Están aquí y pueden expresar sus opiniones. En lo que sí estoy de acuerdo con el señor Blatter es que aquí no hace falta ningún bombero para apagar fuegos. No voy a entrar a contradecir lo que dijo el señor Blatter. Yo estoy aquí para hacer cumplir las leyes", afirmó Lissavetzky.

"Respeto la opinión de cada uno, pero yo defiendo la soberanía de España y del Estado de Derecho español. Nosotros cumplimos y hacemos cumplir la ley, y trabajamos en esa dirección", agregó.

Todo pasa por la convocatoria de elecciones a la presidencia de la RFEF antes del 31 de marzo. Es la fecha tope marcada en la citada orden ministerial, salvo que se solicite al Consejo Superior de Deportes un aplazamiento por causas justificadas, algo que no ha hecho todavía la federación. La indefinición está marcando este misterioso proceso.