Mamen Blanco Morcillo (Plasencia, 18-8-2000) vive días felices. Saborea una temporada positiva en el Barcelona B, de la Liga Femenina 2, ultima la decisión para llegar a un nuevo destino en esa misma categoría y afila su potencial para estar entre las 12 elegidas que disputen con España el Mundial sub-19 en Tailandia. «No es poca cosa», reconoce. Acostumbrada a dominar en las categorías de formación en Extremadura e incluso a nivel nacional, está ya metida de lleno en una nueva fase en su carrera: toca convivir y chocar con las ‘mayores’. Y no parece tenerle miedo absolutamente a nada, como su propio juego.

-¿Cómo ha ido su primera experiencia fuera de casa después de pasar toda su vida en el Miralvalle y en Plasencia?

-El cambio más grande que he vivido ha sido sobre todo por la ciudad. Ya sabemos que Plasencia es muy pequeño y Barcelona... pues... al principio no sabía ni dónde andaba, ni cómo se cogía el metro. Un lío. A nivel deportivo también mucho salto, con jugadoras muy profesionales, pero realmente bien. Era la mejor opción porque conocía ya a mucha gente y me han ayudado mucho.

-¿En qué aspecto ha progresado más? ¿En lo personal o en lo deportivo?

-Siempre he sido bastante independiente, así es que adaptarme me costó poco. En la pista es donde he aprendido un montón.

-La Liga Femenina 2 parece por ahora su categoría para desarrollarse como jugadora...

-Es verdad que la Primera Nacional, en la que estaba con el Miralvalle antes de irme, se me hacía ya un poco pequeña. Y la Liga Dia la veo ahora muy lejos. En Liga 2 puedo encajar y hacerlo bien.

-En el Barça ha promediado 16 minutos por encuentro. ¿Firmaba un dato así antes de marcharse hace un año?

-La verdad es que no esperaba jugar tantísimo. El equipo era joven y tampoco había muchas esperanzas en nosotras, pero al final conseguimos incluso jugar la fase de ascenso y yo estuve bastante en pista.

-¿Qué le falta mejorar?

-Sobre todo el tiro, que es algo que tengo que muy cruzado. También debo tener más paciencia. En esta liga no hay tanto dinamismo como el que me viene bien a mí. Lo hay, pero también se requiere mucha cabeza. Poco a poco creo que la he ido ganando y eso me ha ayudado mucho.

SEnD¿Va a continuar en el Barcelona la próxima temporada?

-Lo más seguro es que no. Ellos proponen una cosa, tú quieres otra, y no terminamos de llegar a un acuerdo. Es un club que me ha ayudado muchísimo, sobre todo el entrenador [Isaac Fernández]. La gente que me llevo de aquí es increíble.

-¿Dónde va entonces?

-No está del todo cerrado. Creo que a Andalucía...

-¿Qué tal han ido los estudios?

-Empecé Fisioterapia y de momento voy muy bien. He aprobado todo. Para mí era muy importante compaginarlo con el baloncesto.

-¿Cómo ha llevado el catalán en la carrera?

-En el primer cuatrimestre solo había dos asignaturas en catalán y tenías que adaptarte o... ¡Pero en el segundo ya era una experta!

-¿Ha echado de menos a sus compañeras del Miralvalle, con las que ha jugado siempre?

-Cuando llevas tres meses sin ir a tu casa. Son mis amigas. La verdad es que no paraba los tres o cuatro días en los que conseguía ir a Plasencia.

-Una jugadora de la generación, Andrea Alejo, se está abriendo camino en el mundo del arbitraje. ¿Qué hará si un día se la encuentra en una cancha y le pita una técnica?

-Me es imposible enfadarme con ella. Yo creo que incluso en esa situación le daría un beso.

-¿Nunca le ha tentado el Nissan Al-Qázeres?

-Nunca me ha hecho una propuesta. No sé. Siempre ha habido mucha rivalidad del Miralvalle con ese club, la verdad. No descarto nada porque el futuro nunca sabes lo que puede pasar.