Pocas veces en la historia del fútbol regional el protagonista previo del derbi no ha sido una persona. Pero es así: en los días anteriores al Cacereño-Arroyo de esta mañana (12.00 horas, Canal Extremadura TV, Radio Sansueña) se ha hablado mucho más del escenario, el controvertido campo de El Cuartillo, que de los 22 actores que saldrán como titulares, los dos entrenadores o los mandatarios de los clubs. Ni siquiera las aficiones han tenido protagonismo, aunque se sabe que la relación entre ambos colectivos es buena y que el ambiente de fútbol de proximidad será cálido.

El Cuartillo. A vueltas con su césped rozando la indigencia, con sus carencias estructurales, con que la intención con la que fue construido hace 30 años no tenía mucho que ver con el balompié. La polémica que rodeó que el CPC abandonase el Príncipe Felipe la aderezó más negativamente lo único que, en el fondo, importa en este deporte: los resultados. Y tres derrotas en otros tantos partidos oficiales -tras empezar ganando- fueron la espoleta para que se anunciase que no se volvería a jugar allí. Pero no.

No era tan sencillo y el Cacereño sigue allí en un partido emblemático que estuvo a punto de no disputarse y que a muchos ojos todavía está en duda. Quizás ninguno de los dos contendientes se resista al aplazamiento si el árbitro, el gallego Aitor Cid Puga, lo consulta. Los dos tendrían motivos para ello: los locales ganarían tiempo para su deseado regreso al coliseo de Las Capellanías y los visitantes, a los que también les horroriza jugar sobre una hierba devastada, podrían recuperar en una fecha futura a sus actuales bajas (Miguel Angel Espinar, Iban Espadas y José Gutiérrez).

Y SI SE JUEGA... Si se juega, que nadie espere un partidazo, al menos en calidad. Pero sí en intensidad y emoción, como corresponde a cualquier derbi que se precie y como ha sucedido cuando estos dos conjuntos se han visto las caras. Ambos auguran 90 minutos de lo que eufemísticamente se ha llamado "fútbol directo" y que no es más que el clásico "patadón y tente tieso", porque será muy difícil dominar el balón. Más que controlarlo, lo importante será quitárselo de encima.

Eso condiciona los planteamientos, como no puede ser de otra manera. El Cacereño juega con la idea de poner sobre el césped (?) a sus jugadores más corpulentos y contundentes: tres centrales (Gonzalo Llerena, Mario Carrizosa y Juan Carlos Mejías) y los dos mediocentros, Raúl Medina y Checa. Las opciones de alguien habilidoso como José Ramón se diluyen a favor de Toni. Y la baja de José Gaspar, un jugador de exquisita calidad, pierde un poco de relevancia en este contexto.

Otra ausencia inesperada será la de Angel Marcos, al que se le ha recomendado reposo absoluto por su pequeña trombosis en una pierna. Sin embargo, conociendo al técnico será muy difícil que no enfile El Cuartillo cuando se acerquen las doce de la mañana. Su papel en el banquillo lo ocupará su ayudante, Aitor Bidaurrázaga.

En el Arroyo, menos necesitado de puntos (tiene 9, por 4 de su rival), que falte José Gutiérrez es negativo. Es un jugador sólido a nivel defensivo y que funciona bien en el juego aéreo. Santi Polo volverá a ser el lateral izquierdo y la pareja de centrales estará formada por Bayón y Castaño, como ante La Roda.