Qué maquiavélico es el fútbol en ocasiones. Lo que debía ser un partido precioso con dos grandes equipos y con dos aficiones repletas de energía y algarabía será, este martes, un encuentro insulso, sin público en las gradas y con un Extremadura a punto de caer al precipicio de la Segunda División B. Los azulgranas reciben al Cádiz (21.45 horas) en el Francisco de la Hera con la intención de estirar las matemáticas y las remotas opciones de salvar la categoría. El Cádiz, líder y lanzado a la Primera División, tiene la oportunidad en Almendralejo de dejar prácticamente encarrilado su ascenso. Dos caras totalmente opuestas. Dos estados de ánimo antagónicos que muestran la diversidad futbolística en esta era post-covid.

Más que un partido de tres puntos, es una cuestión de compromiso y honor el partido para el Extremadura. Después de ofrecer otra pobre imagen en Soria y tirar por la borda todas sus opciones de permanencia, los de Manuel están obligados a ser, al menos, competitivos ante un Cádiz que tratará de aprovechar el mal momento de los azulgranas para sacar rédito.

PETICIÓN DE DISCULPAS / «A la afición solo podemos darles las gracias por el apoyo que siempre nos demuestra y pedirles perdón por la temporada que estamos haciendo», decía Casto, uno de los pocos que ha dado la cara ante la mala situación de la entidad a nivel clasificatorio.

Los problemas se le acumulan a Manuel para el partido ante el Cádiz. Kike Márquez, Pastrana y Sergio Gil están lesionados y no podrán ser de la partida. Lomotey está sancionado por acumulación de tarjetas y Olabe, que evoluciona bien de su lesión, será duda hasta el último momento. A todo esto hay que saber la respuesta que tendrán los jugadores a sabiendas de que las opciones son más que remotas.

Con este panorama, Manuel debe dibujar un once y queda la incertidumbre de saber si seguirá apostando por el equipo que no le ha dado resultado en las últimas jornadas o hará revolución metiendo a jugadores del filial. La baja de Lomotey abre un hueco en la medular que podría cubrir Sabit, quien ya debutó en el último encuentro ante el Numancia en Soria.

Jugadores como Kike Carrasco o Airam Cabrera también tienen opciones de sumar más minutos. De hecho, Cabrera hizo un buen final de partido ante el Numancia que le dan opciones de poder estar en el partido de este martes.

Es la primera vez que Manuel Mosquera no habló en la previa de un encuentro, algo que durante esta etapa de la competición tras el confinamiento ha dejado de ser obligatorio. Los mensajes positivistas del entrenador, que no han casado con buenos resultados, han terminado teniendo el efecto contrario.

Este martes, el Extremadura, más que tres puntos, se juega parte de su honor. Un partido para medir el compromiso de un plantel al que se le agotan las opciones de salvarse. Ante el Cádiz, ya sí, es la última oportunidad.

Así llega el Cádiz

El líder juega este martes en Almendralejo lanzado hacia la Primera División. El cadismo vive permanentemente ilusionado de la posible vuelta de su equipo a la máxima categoría, 15 años después. No es de extrañar que el equipo está muy enchufado a la competición y que, cada partido, se lo tome como una auténtica final.

«Viendo cómo están apretando los equipos de detrás no da con los empates. Hay que ganar partidos. Ante el Oviedo tuvimos la suerte, dentro de un partido raro, adelantarnos, dejar la portería a cero y volver a ganar, a sumar tres puntos y estar unas horas más tranquilos y verlo de otra manera», ha dicho este martes Álvaro Cervera, su técnico.

El Cádiz jugará en Almendralejo con una baja muy sensible, la de Alex Fernández. El mediapunta es la pieza más importante en los esquemas de Cervera. No sólo por sus dotes goleadoras, sino porque todo balón parado emana de sus botas y es el termómetro que regula los partidos del Cádiz.

Sí estará en el equipo amarillo un exazulgrana como Alberto Perea, que el año pasado fue un futbolista clave para la permanencia del Extremadura.

Sobre el conjunto almendralejense, Cervera dijo que «las veces que he visto jugar al Extremadura creo que su juego no tiene nada que ver con la posición. Es un equipo mejor de lo que dicta su posición. Un equipo que juega por no descender tiene sus problemas, tiene su presión, igual que la tenemos nosotros para ascender. Será un partido distinto. Saben que la salvación pasa por ganar en casa e irán a por todas contra nosotros». Se cura en salud Cervera, quien sufrió en Almendralejo una de las derrotas más dolorosas la pasada temporada y que estuvo a punto de costarle el cargo de entrenador.

En el Cádiz hay ánimos de revancha sobre el Extremadura, ya que los azulgranas ganaron en el Carranza el año pasado por 0-1 cuando ya estaban salvados y privaron al Cádiz de meterse en playoff. En el partido de la primera vuelta de este año, el Cádiz ganó 2-1 con un gol polémico en la última jugada del partido. Se antoja un encuentro muy distinto a los anteriores. Con muchas menos revoluciones en el exterior.