«Primero coincidimos en la guardería. Después en el colegio del pueblo, en el instituto de Galisteo e incluso ya aquí, en Cáceres, en la Universidad Laboral». Carlos Alberto Carrasco, ‘Teto’ y Puerto Pérez comparten paisanaje, amistad y su condición de futbolistas, como subrayan con sumo orgullo ambos. Sí. El extremo del Cacereño y la centrocampista-defensa del Femenino Cáceres llevan, y muy a gala, ser naturales de El Batán. En edad también están muy cerca: ella nació el 1 de marzo de 1994 y él justamente 20 días después.

También ha vivido muchos años en la localidad cacereña Florencio Rodríguez, el escritor-empresario dueño de Los Siete Robles que ejerce de anfitrión de la cita social-periodística que se produce tras el entrenamiento del equipo de Tercera. Qué casualidad. A Teto se le intuye cómplice y agradecido con Floren porque el pasado verano comía y descansaba aquí, muy cerca del campo Manuel Sánchez Delgado, en Pinilla, antes del segundo entrenamiento del día, ya que no retornaba a su pueblo, en el que sigue viviendo.

«Su padre ha llegado a ser mi entrenador», recuerda con cariño Teto sobre la familia de Puerto. El apodo es con el que ya se le conocía en la guardería y que nació de la dificultad de llamarle Carlos Alberto. «Seguro que fue ella una de las primeras personas que me llamó así», dice el ya conocido como ‘el Messi del Batán’ con su parcular gracejo, autocrítico como él solo y genio y figura allí donde va.

Su amiga, menos locuaz y más analítica, subraya que incluso coincidieron en desempeñarse en puestos de ataque y que se entendían muy bien. «Fue en los Judex, ¿no se llamaban así?», inquiere Teto. La jugadora, clave en los esquemas de Ernesto Sánchez, espera completar otra buena temporada para «a ver si podemos quedar por la mitad de la tabla o un poco más arriba». El equipo cacereño disputa la Liga Reto Iberdrola, la segunda categoría del fútbol femenino español.

Goleadores

«Yo antes jugaba adelante», informa la jugadora, autora de uno de los goles para el empate entre el Femenino Cáceres y el Santa Teresa que, después, serviría para dar la Copa Federación al equipo en la que ejerce como una de las capitanas. Teto también hizo su primer tanto el pasado domingo con el CPC y salió aclamado del Príncipe Felipe.

«Está claro que ella ha triunfado bastante más que yo en el fútbol; tiene mucho mérito lo que ha hecho, y además de querer siempre jugar con nosotros», comenta Teto. En efecto. Ella ha sido internacional en categorías inferiores «y ha militado en Primera, mucho más de lo que he hecho yo», dice el futbolista, quien ya desde muy pequeño veía las cualidades de su amiga en todos los ámbitos. «Nada más hay que ver dónde ha llegado, también en los estudios». Puerto es psicóloga y experta en coaching deportivo.

Ella también le admira como deportista y como persona. «Hacía cosas como ahora, marcaba la diferencia desde muy chico», agrega. Y después comenta lo que el propio Teto ha reconocido en más de una ocasión. «Si no está arriba es por él mismo, no porque no pueda». Y así se explaya ella sobre su futuro. «Será lo que quiera ser él», afirma con naturalidad. Con 25 años y tomándoselo todo «muy en serio», creen ambos que éste puede ser un año de despegue importante para el ‘7’ del CPC.

Juan Antonio Carrasco y Montserrat Hernández (padres de Teto) y Miguel Ángel Pérez y Predi Garrido (progenitores de Puerto) también comparten pasión por sus hijos e, igualmente sin condicionantes, por el fútbol que practicaban --y practican-- los dos. Ellos, a lo suyo y con los suyos, aman al balón y son fieles a una filosofía: la de la pasión por un deporte que también entiende de paisanajes.