El Mérida anunció ayer otros dos nombres más que continuarán en sus filas después de haber conseguido el ascenso a Segunda División B. Se trata del centrocampista Francisco Sánchez Curiel Curro y del delantero Miguel Ángel Espinar.

La mejoría física del exjugador del Villanovense y el cambio táctico en el centro del campo, pasando de jugar con un doble pivote a hacerlo únicamente con el propio Curro como ancla, con dos interiores, provocó la mejoría del equipo de Santi Amaro durante la pasada campaña. Como punto de inflexión, la derrota en Navalmoral de la Mata, como muestra que fue la única de toda la temporada. Sin duda, los mejores momentos del equipo coincidieron con las mejores actuaciones del centrocampista andaluz que conseguía gobernar los encuentros desde su posición. A pesar de la edad que pone en su DNI (38 años), si vuelve a tener un nivel físico óptimo, Curro tiene calidad contrastada en la categoría como para volver a ser protagonista.

Por su parte, Miguel Ángel Espinar (Lora del Río, Sevilla, 14 de abril de 1988, 31 años) llegó al Mérida a falta de tres jornadas para el final de liga, procedente del Talavera, debido a la grave lesión que se produjo Migue Montes en el partido frente al Cacereño. Espinar solo marcó un gol (en cinco partidos jugados en total), en Pueblonuevo, pero dio una lección de cómo tiene que jugar un delantero centro en partidos tan duros como los dos frente al Socuéllamos en la fase de ascenso a Segunda B. Fue la primera opción para el director deportivo, Rubén Andrés, a la hora de buscar sustituto a Montes, por lo que era previsible que la entidad quisiera renovar a un delantero de esta calidad y con una experiencia de 220 partidos en la categoría de bronce del fútbol español.